top of page

Ágora: ¿Otros datos?

Por Emanuel del Toro

¿Otros datos? Siempre que un periodista de cierta notoriedad como lo es Jorge Ramos aparece en las llamadas mañaneras del Presidente, se espera que la cuestión termine por generar expectativa y/o polémica. Máxime cuando este se ha caracterizado siempre por increpar y/o confrontar a cuanto personaje público se acerca para conocer de primera mano las impresiones de aquellas figuras públicas vinculadas al poder, cuyas decisiones han sido objeto de críticas públicas. Por ello no es de extrañar el proceder que dicho periodista tuviera en la conferencia presidencial del día 5 de julio del presente año, para cuestionar la efectividad que el actual gobierno ha atendido el problema de la seguridad. Un tema que huelga decir, además de ser asunto de preocupación para la mayoría de los ciudadanos en México, ha sido también uno de los que mayores tratamiento ha recibido por distintos medios de comunicación tanto nacionales como internacionales. Sin embargo, cabría preguntarse: ¿Quién tiene en este caso concreto la razón? Habrá que ir por partes, en efecto Ramos tiene razón cuando señala que el Presidente había dicho que militarizaría la Guardia Nacional. Lo que es más, cuando candidato siempre sostuvo que no era necesario mantener al ejército haciendo funciones que no le fueran propias, sin embargo vemos que desde que llegó les ha usado para prácticamente todo, desde la seguridad, hasta la administración de vacunas pasando por la construcción de infraestructura pública. Luego nos vamos con el tema de la cantidad de asesinatos y sí, otra vez tiene razón Ramos, los números de homicidios dolosos prácticamente se han mantenido igual desde que López Obrador llegó. Lo que no hace menos cierto que el propio Presidente tiene razón cuando dice que al menos ya se no se han seguido incrementando como en periodos anteriores, y tiene razón, pero sólo a medias. Porque lo que Jorge Ramos señala, con más que justa razón, es que presentar como un logro que el número de asesinatos se ha mantenido más o menos igual desde que llegó, no es como que un gran logro cuando lo que se esperaría si su estrategia funcionara tan bien como dice, es que además de estabilizarse en un determinado porcentaje, comenzara en algún punto a bajar; si acaso habrá bajado la incidencia de otros delitos, pero definitivamente no el de los asesinatos. Ahora bien, si en efecto el Presidente tuviera razón y él dispone de “otros datos” para el tema del número de personas asesinadas, cabe preguntarnos: ¿Por qué no se da a conocer oportunamente esos otros datos? Porque si el tema de la seguridad es tan importante como se dice públicamente, lo menos que cabría esperar es que la información disponible del tema estuviera siempre lo más actualizada y/o completa posible, porque eso de que el propio Presidente termine descalificando las estadísticas oficiales disponibles en los propios portales de su gobierno, por aquello de que él tiene otros datos, lo deja muy mal parado. Porque o es tozudo y cínico buscando a fuerzas tener la razón, o es que no hay la suficiente coordinación entre su equipo de trabajo para informar, o es que de plano si se le tiene, como dice Jorge Ramos, en una “burbuja de Palacio Nacional”, donde sus subalternos más inmediatos le pintan por mera complacencia una realidad que no es. Y de la que en el mejor de los casos no se quiere ni enterar con sólo encender el televisor, la radio o incluso ponerse a leer la prensa escrita, porque asume que todo medio de comunicación que documenta los claroscuros de su gobierno o que directamente increpa su pobre respuesta, forma parte de algún grupo de oposición que está viendo peligrar sus intereses desde que su gobierno se hizo cargo de la administración pública federal. Y aunque en efecto pueda darse el caso de que algunos medios que cuestionan el proceder del actual gobierno sean propiedad de grupos de interés que están siendo afectados por el actual gobierno. Terminar concluyendo que absolutamente todos los que cuestionan su administración están en tales circunstancias se encuentra fuera de toda proporción. En cualquier modo es un hecho que la función de los medios de comunicación nunca ha sido la de complacer al gobierno de turno, aunque ciertamente antes los había muchos medios y comentaristas de opinión que lo hacían con suma frecuencia, porque desde el gobierno federal siempre salían carretadas de dinero para callar opositores y/o moderar las opiniones más discordantes con la realidad oficial. Para el caso tras tres años, hasta este punto el único y llano argumento del Presidente en materia de seguridad es asumir que se ha avanzado en materia de seguridad pública, “aun con la complejidad del problema que heredamos”, pero estemos o no de acuerdo con esa afirmación o con lo que aquellos periodistas más beligerantes refutan de lo que en realidad se ha conseguido, no se puede desconocer la creciente descomposición que el país vive por el tema de la seguridad. Y sea esta, producto de anteriores gobiernos o de la insuficiencia de respuestas óptimas en el actual, preguntarse si quienes cuestionan lo que vivimos tienen o no la legitimidad para hacerlo –con o sin intereses de por medio–, hace poca diferencia para aquello de devolver la tranquilidad a la sociedad en general. Lo que sí parece inobjetable es que no parece buen camino para resolver cualquier tema que un gobernante oscile de continuo entre el triunfalismo de estabilizar tendencias con un costo tan alto en términos de vidas humanas y la negación de desconocer o desacreditar la legitimidad de cualquier llamamiento público que nos lleve a cuestionar la idoneidad de lo que hasta este punto se ha conseguido. Queda claro que en el tema de la seguridad como en cualquier otro, sucede que como se dice en la calle: cada quien habla de cómo le ha ido. En ese sentido cada cual tendrá siempre la posibilidad de invocar otros datos, lo mismo para confirmar lo que piensa, que para refutar lo que otros dicen, pero sea una cosa u otra, con seguridad la realidad estará a medio camino entre los otros datos de cada quien arrojan en su conjunto. Y difícilmente sería la seguridad el tema del momento si las cosas estuvieran a pedir de boca o siquiera mejorando, porque cuando todo marcha bien es raro que alguien se pregunte por qué es que todo marcha muy bien. Amables cuatro lectores: ¿ustedes cómo se sienten en términos de seguridad; ustedes también tienen otros datos?


Aviso Oportuno

1/13
1/468
diseño banner 1.1.jpg
organon_Mesa de trabajo 1.jpg
la lealtad (1).jpg
LA LEALTAD NOTICIAS 243 X 400 (4).jpg
bottom of page