top of page

Al Robot: ¿Qué aprendimos del 2020?

Por : Edgar Tercero

¿Qué aprendimos del 2020?


El 2020 nos enseñó como debíamos hacer la revolución digital, estamos en 2021 un nuevo año, aún con un gran reto a vencer, la esperanza crece con una vacuna, pero sabemos que esa normalidad que estamos esperando no será igual a la que vivíamos antes del 2020.


Esto me recuerda un poco a lo que mencionaba Viktor Frankl en “El hombre en busca de sentido”. Cuando algunos judíos se encontraban en los campos de concentración, votaban todas sus esperanzas en que llegando el fin de año todo iba a cambiar, que en unos meses la guerra terminaría y podrían regresar a sus hogares. La esperanza crecía tanto que les daba fuerza para continuar, sin embargo, si ese anhelo de libertad se esfumaba al correr de los días, las personas perdían la fuerza, se deprimían provocando que algunos fallecieran si eso que tanto deseaban y esperaban no sucedía, lo cual muchas veces no sucedió cuando ellos más lo esperaban.


Inclusive Viktor Frankl narra como muchos judíos que sobrevivieron al holocausto seguían sin encontrar la paz cuando se reincorporaron a la sociedad a la que pertenecían, había quien guardaba mucho resentimiento a aquellos que los capturaron, algunos no se sentían comprendidos por los demás, psicológicamente habían sido afectados de por vida. Algunos lograron superar estas adversidades, pero requirió de paciencia, manejo de emociones, entender la situación, ocuparse para buscar la manera de salir adelante.


Parece que en 2021 las personas de todo el mundo llegaron con una gran esperanza, alimentada por un placebo social, sin embargo ¿Qué pasaría si esto no fuera del todo satisfactorio? ¿Aguantaríamos un año más o dos con el encierro en casa, saliendo solo para lo indispensable?



Parece un poco exagerado comparar el encierro del holocausto con el quédate en casa, tu sana distancia, el uso de cubrebocas, realízate la prueba para dejarte entrar en mi país. Probablemente cuando todo esto termine estaremos marcados de por vida, quien haya nacido durante este período lo verá normal, pero aquellos que hayan vivido esta crisis se sentirán incomprendidos porque los otros no conocieron un mundo sin covid 19.


El camino es aún largo, tendremos que aprender a convivir en un nuevo mundo, hoy en día se nos hace una atrocidad pensar que los médicos de la antigüedad no se lavaban las manos para operar, atendían los partos sin tener un mínimo de higiene, hasta que entendieron que las bacterias que tenían se introducían sobre los órganos expuestos provocando infecciones que resultaban fatales para los pacientes. Entonces lavarse las manos se volvió muy importante para los médicos de la actualidad, resulta increíble que uno de los métodos para deshacerse del virus haya sido precisamente eso “lavarse las manos”, pensar que existe personas que no se lavan las manos antes de consumir sus alimentos, que no se lavan las manos después de ir al baño, que tomen agua del mismo vaso, que saquen el jugo del refrigerador, lo beban directo del empaque y lo vuelvan a guardar. Para un niño post covid eso le resultará inconcebible.


Desde niño aprendí a que no debía beber agua de la llave, puesto que el agua en mi hermosa Ciudad de México no era del todo limpia y apta para beberse directamente del grifo, se tenía que poner a hervir, dejar enfriar y después tomar. En muchos estados se bebía el agua directamente sin tener que llevar a cabo esta “extenuante” tarea, para nosotros era una realidad que con el tiempo se ha propagado a todo el país. Hoy en día se compran garrafones de agua, se bebe agua embotellada, en pocos hogares se sigue hirviendo el agua para poder tomarse, aun así, hay que asegurarse que el agua embotellada realmente venga purificada.

Con este par de ejemplos nos damos cuenta de que la vida no será la misma después del covid 19, el experimento 2020 ya termino, es hora de aplicar lo aprendido, sacar la balanza, aplicar los cambios inmediatos, reforzar mentalidades y ponerse a construir el mundo de la cuarta revolución, la revolución digital.


No se confiaba que las personas podrían trabajar desde casa, se consideraba que los trabajadores no tendrían un buen desempeño al realizar “homeoffice” o “teletrabajo”, se desconfiaba de los empleados. Sin embargo, 2020 nos mostró que la gente trabaja más al estar desde sus casas, son más eficientes, se atienden más cuentas y no podemos olvidar que se reducen costos para las empresas.


¿Qué debe mejorar? Las condiciones para los empleados que se quedan en casa, nuevas prestaciones (gracias a los ahorros en otras áreas). Robustecer la infraestructura de seguridad para extenderla a los hogares de los colaboradores. Atención psicológica para sobrellevar el no poder salir con frecuencia de los hogares. Nuevos incentivos para mantener activas las motivaciones que permitan desempeñar un excelente trabajo, nuevas formas de cooperar y socializar en línea.


Lo anterior es solo la punta del iceberg, como podemos ver en este artículo no me he enfocado en temas de tecnología, he apostado por una parte igualmente importante para nuestra sociedad actual, para la realidad que tenemos en 2021, donde escuchamos de inteligencia artificial y automatización por todas partes, pero ¿Dónde está el campo para explorar las emociones humanas, nuevos patrones de comportamiento, manejo de ansiedad y estrés?


Se nos hace gracioso ver a un gato corriendo por toda la casa, saltando de un sillón a otro, persiguiendo sus juguetes y después de un rato quedarse profundamente dormido. Pensamos que solo come y duerme, sin embargo, su cerebro ya segregó tantas sustancias en tan poco tiempo que el cansancio para el animalito es evidente, por lo tanto, su cuerpo le dice descansa. En cambio, los seres humanos después de que terminan sus actividades continúan con la actividad neuronal cuando se están lavando los dientes inclusive cuando ya están acostados a punto de dormir, de hecho, existen personas que se duermen con la tele prendida, el celular, la laptop o la Tablet, manteniendo ese estado entre dormido y atento al mundo exterior sin apagar el switch para descansar.


¿Es culpa de las redes sociales? Es fácil culpar a otros por lo que nos ocurre en la vida, sin embargo, hacerse responsables de nuestras decisiones nos darán una mayor libertad para decidir nuestro bienestar.


La tecnología está allí para apoyarnos, la responsabilidad de uso recae en los humanos, existe quien no puede manejar por sí solo su comportamiento, de repente se requiere ayuda de alguien más, aquí es cuando surgen nuevas oportunidades para especialistas y futuros profesionales que se propongan investigar para ofrecer nuevas soluciones a los conflictos del hombre actual.


Existen tantas sustancias que liberamos dentro de nuestros organismos para asegurarnos un continuo proceso de seguir con vida, pero también existen varios factores externos que alteran su flujo normal como la comida chatarra, alcohol, cigarros, café, azúcar y otras drogas que afectan nuestro sistema nervioso entre otras cosas. Pero también se ha descubierto que el estrés y las emociones pueden cambiar nuestros comportamientos de forma radical.


La tecnología también puede drogarnos, aunque algunos vivan en la negación, sabemos lo enajenantes que pueden llegar a ser para las personas las redes sociales, los videojuegos, los chats, los correos, los vídeos. Aventarse serie tras serie, inclusive terminar series completas en un fin de semana, provocando que llegue el lunes y nos sintamos cansados por todas las emociones que experimentamos sentados frente al televisor o computadora en esos días.


Ahora reflexionemos que vivimos un año donde la mayor parte del tiempo lo pasamos en un mismo espacio, que para poder lidiar con el constante contacto con los miembros de la familia se tuvieron que crear nuevas actividades. Ahora aquellos que son papás tuvieron que pasar tiempo supervisando que los hijos realmente pusieran atención en clase, pero que pasa con aquellos pequeños que se distraen con el más leve movimiento, los profesores ahora comparten la responsabilidad con los papás cambiando totalmente la forma de educar a las futuras generaciones, a través del ejemplo en casa.


Inclusive la escuela y los profesores deben adaptarse a los cambios, resulta ridículo que las escuelas pidan que los niños atiendan a las clases en línea con uniforme, eso no es lo relevante, si se quiere enseñar disciplina se debe enseñar a los niños a seguir levantándose temprano, estar desayunados y listos para atender a sus actividades, pero para eso no se requiere de ponerse un uniforme, parecería que están en arresto domiciliario. Los profesores deben adoptar nuevas formas de enseñar, motivando la creatividad y poder de análisis de sus estudiantes, no imponiéndoles reglas absurdas o peor aún forzarlos a ver una pizarra desde la computadora ¿Qué cambio significativo sería enseñar en una pizarra cuando impartes una clase en línea?


Con toda la información disponible, las dudas específicas de los estudiantes ya sean niños o adultos se pueden resolver gracias a una investigación eficaz en internet. Se requieren aprender nuevas habilidades de búsqueda, razonamiento e investigación que forman parte de la naturaleza curiosa que tiene el ser humano. Se presenta una oportunidad de retomar esa capacidad de análisis que nos ha permitido construir pirámides, esculturas, edificios, computadoras, celulares, satélites, volar, llegar a las profundidades del mar, caminar en la luna y contemplar el universo tan gigantesco en el que nos encontramos inmersos.


El 2020 debió servirles a los profesores para conocer mejor las necesidades de aprendizaje de los alumnos, así como los comportamientos de unos estudiantes y otros, entre todos podrían sentarse con los directivos de las escuelas para poder hacer una planeación para el futuro de la educación de los jóvenes de cada país.


El año que paso nos sirvió para prestar mayor atención a nuestro mercado local, mientras algunos países cierran sus fronteras a productos extranjeros, y no solo eso también a mano de obra de otros países, inclusive se está regresando la mano de obra que tenían en otros lugares para que regresen a su tierra natal debido a que se aprobaron nuevas leyes. Efectivamente hablo del caso de Inglaterra y el famosísimo Brexit.


Hoy se vuelve relevante atender a nuestros nacionales, sin dejar por fuera las posibilidades internacionales, atender sus preferencias y por supuesto necesidades, ellos se volverán el foco para empoderar la economía, así como hacernos conscientes y empáticos con las otras naciones. Comprender nuestro mercado local permitirá una mayor colaboración con otros países, porque aprenderemos a fijarnos en los detalles, entender las exigencias propias que podrían ofrecerse a los otros países. Además, si conocemos bien nuestra cultura se nos facilitará el poder aceptar ideas y culturas extranjeras. Gracias a las tecnologías actuales podemos asistir a reuniones con personas que hablan diferentes idiomas, con diferentes estándares, con gran amor y pasión por ayudar a sus países a salir adelante, debemos mostrar esa misma entrega internamente para comprender mejor a los que están fuera.


Definitivamente la vida ha cambiado, es momento de demostrar de que estamos hechos para enfrentar los cambios con la mejor cara posible. Esto apenas comienza, no nos aferremos a una única solución, no esperemos resultados inmediatos, mejor experimentemos un cambio verdadero. Sé que los cambios a veces duelen, pero suelen ser los que mayor enseñanza nos dejan.


“El mundo sigue girando aún y cuando nosotros no lo sintamos”


Aviso Oportuno

1/13
WhatsApp Image 2024-05-15 at 1.09.41 PM.jpeg
organon_Mesa de trabajo 1.jpg
La Lealtad 243x400px.jpg
BANNERS INUNDACIONES_LA LEALTAD (1).jpg
bottom of page