Ágora: ¿Qué hacemos? Una reflexión personal en torno a la violencia en México

¿Qué hacemos? Una reflexión personal en torno a la violencia en México.

Más que una guía de lo por hacer, la presente reflexión es una invitación pública a sobreponernos al enojo, disgusto o miedo que la violencia en este país está generando. Urge que lo hagamos, el problema lo conocemos todos y no resiste que lo sigamos negando, nuestros números en muertes y o desapariciones, se trate de hombres o mujeres, son similares a los de países en guerra. Podríamos dedicarnos a buscar culpables, seguro que si, se nos ha ido mucho en hacerlo, también podríamos gastarnos más tiempo relativizando el impacto de la violencia, diría que esta fue la situación en inicio hace cosa de una década, pero el tema es que mientras no nos demos a la tarea de preguntar qué podemos hacer, se nos han de seguir acumulando victimas.

Me queda claro que en lo de pensar soluciones, sucede exactamente lo mismo que en lo de buscar culpables o motivos, cualquier opción pasa necesariamente por distintos niveles de pensamiento y o de acción, y tiene que ser necesariamente así, si realmente aspiramos a detener en toda su magnitud esta tragedia, o al menos reducirla sensiblemente, de otro modo, aún si se diseñara e implementara una estrategia capaz de mantener a raya a quienes cometen cualquier cantidad de delitos, tarde que temprano toparíamos de nuevo con cabos sueltos por los cuales el problema retomaría su cauce.

Más claro: podríamos apresar a todos los que atacan o asesinan, pero si más temprano que tarde la justicia los termina soltando, será la de nunca terminar; incluso podríamos apresarlos a todos y que no saliera libre ninguno, endureciendo las leyes para ello, pero mientras mantengamos la misma cultura y aprendizaje de violencia, así como el alto índice de impunidad legal que nos caracteriza, no habrán de faltar en las calles quienes salgan a delinquir. Insisto, cualquier cosa que se nos ocurra debe pasar por distintos niveles para que funcione como realmente sería deseable que lo haga.

Teniendo en cuenta el creciente impacto que la violencia está teniendo en todo el país y lo ineficiente que han resultado todas las estrategias públicas para contenerlo, lo de menos es recuperar necesariamente la importancia de aquello que si que está en manos del común de los ciudadanos, y es la propia prudencia y el cuidado personal de no sobre exponerse en la calle, así como de tener una mejor comunicación entre todos con el propósito de avisarnos oportunamente cualquier incidencia por inverosímil que nos parezca.

Lo sé, algunos dirán con justa razón, que es frustrante e indignante no poder ni salir con tranquilidad a la calle, pero será eso o seguir viendo como día con día se incrementan los casos de personas asesinadas, torturadas o desaparecidas, será eso o seguir viendo como todos los días siguen apareciendo jovencitas y damas violadas o brutalmente golpeadas y hasta secuestradas para su explotación en redes de tratantes de blancas, será eso o seguir viendo como día más gente llora a sus seres queridos porque aparecen muertos o sencillamente no aparecen nunca.

No estamos pues para andarnos con miramientos en aquello de extremar precauciones, porque está demostrado que el Estado se encuentra hoy, por demás rebasado para cumplir el grueso de sus responsabilidades, pero no nos llamemos a engaño, lo está desde hace al menos tres décadas, no depende en lo absoluto como algunos lo han querido hacer ver, con propósitos políticos, de los cambios recientes en la titularidad del gobierno. De ahí mi insistencia en que todos tengamos la prudencia personal de hacer todo aquello que si esté directamente en nuestras manos, porque a como están las cosas, difícilmente la respuesta vendrá de otro lado que no seamos nosotros mismos.

La cosa es que se ha visto pasar al menos tres partidos distintos sin que ninguno de sus gobiernos resultantes haya dado en el clavo para resolver el problema, y ninguno de hecho lo conseguirá por la sencilla razón de que hasta la fecha se ha pasado por alto, precisamente lo que indico al inicio de este breve comentario: resolver este problema implica necesariamente pensar en distintos niveles de actuación y o pensamiento para que efectivamente se vayan acotando una a una todas las aristas del problema.