Bitácora de Marly: El lado oscuro de la condición humana

El lado oscuro de la condición humana

Murillo, Alma Delia (2015). Las noches habitadas. México: Planeta.

Alma Delia Murillo nació en la Ciudad de México en 1977, es ensayista, columnista y narradora. Publicó su primera novela en el 2015, estamos hablando de Las noches habitadas, donde con un lenguaje poético y sin eufemismos nos narra las historias de cuatro mujeres que se encuentran en diferentes etapas de la vida, pero que tienen en común el insomnio. A través de ellas, Murillo retrata el lado oscuro de la condición humana.

Carlota, una adolescente de dieciséis, no está contenta con su cuerpo (por su sobrepeso) ni con su vida. Mantiene una relación de amor-odio con sus padres, Claudia y JM, en varias ocasiones hace hincapié en que no soporta a su madre y su padre nunca está por su trabajo. Expresa: “yo soy la peor parte de los dos [refiriéndose a sus padres] y no tengo ningún hermano para compartir la tragedia: gorda, tetona y además hija única” (p. 8). Cada vez que Carlota habla se evidencia su sentido del humor mordaz. Su discurso, en repetidas ocasiones, reflexiona sobre la virginidad.

Claudia, madre de Carlota, libra un combate consigo misma por sus celos, por ser una amante inapetente y una profesionista frustrada; al mismo tiempo tiene que lidiar con la existencia de su hija:

Qué atrapada me siento. Mis años dorados se esfumaron en un suspiro; desde que nació Carlota todo ha sido estar acompañada pero sola; nadie te dice que un hijo puede aniquilar tu relación de pareja; nadie te dice que tener una familia puede convertirte en una esclava que vive para otros y que no tiene la menor idea de qué hacer consigo misma si no es sirviendo a los demás (p. 53).

Magdalena, la vecina, es una mujer de negocios, segura de sí misma, seductora. Tanto para Carlota como para Claudia, ella es una modelo a seguir; sin embargo, la apariencia engaña porque la “mujer perfecta” también siente el abandono, muestra de ello es su ninfomanía:

[…] no calculé que al convertirme en superchica me iba a convertir también en este trapo amoroso confeccionado con los parches y retazos que los hombres han ido dejando en mi vida. En mi paquete de futuro tampoco contemplaba esta puta ansiedad de mierda ni esta tristeza sorda, esta dura sensación de no pertenece a nadie (p. 56).

Dalia, tía de Carlota, sufre de anorexia por su separación amorosa y ahoga su dolor en alcohol: “vivía tan perturbada que para protegerse y proteger a todos de su furia bebía hasta quedar indefensa como una feria desdentada o una serpiente sin veneno” (p. 109). El amor de toda su vida es su hermano Adrián (este dato no es spoiler), Dalia le escribe correos electrónicos con la esperanza de que él regrese.

Como podemos observar con la descripción de Carlota, Claudia, Magdalena y Dalia, el tema medular de Las noches habitadas es el insomnio y los demonios internos de cada una de las mujeres. De esta manera, podemos decir que en esta novela el lado oscuro de la condición humana está hecha por: la ansiedad, la depresión, los trastornos alimenticios, la ninfomanía, el incesto, el abandono y el alcoholismo.

Las noches habitadas es recomendable por su estilo narrativo: en los doce capítulos se encuentra un apartado para cada una de las perspectivas de las protagonistas, llega un punto en donde se unen todas las historias. Además, el libro puede funcionar como otredad, los lectores se visualizan a través de las palabras de la autora y se encuentran consigo mismo.