top of page

Ágora: Las elecciones en Estados Unidos. Encuestas vs realidad

  • Foto del escritor: Emanuel del Toro
    Emanuel del Toro
  • 9 nov 2020
  • 5 Min. de lectura

Por: Emanuel del Toro



Las elecciones en Estados Unidos. Encuestas vs realidad.

Si algo caracterizó el reciente proceso electoral norteamericano durante la totalidad del mismo, fue la incapacidad de establecer con claridad un claro favorito para ganar las elecciones. Al final si bien ganaría Joe Biden, con un margen por demás apretado; lo que en un hecho inédito desató la cólera y frustración del aún Presidente Donald Trump, siendo severamente cuestionado por igual, tanto por demócratas, como por republicanos, es justo decir que como ya se ha vuelto costumbre en Estados Unidos los últimos 20 años, la diferencia entre quien gana y pierde se han vuelto cada vez más cortas.

Lo que aunado a las particularidades de un sistema de voto indirecto, donde lo que cuenta no es el voto popular, sino los votos captados en un colegio electoral, bajo una lógica de todo o nada para quien consigue la mayoría de votos en cada estado; y se tiene entonces, lo que se ha visto los últimas 5 elecciones presidenciales en el vecino país del norte, escenarios en donde pese a ser mayoría quienes votan por un candidato, es otro el que termina ganando; como ocurrió por ejemplo con Al Gore en las elecciones de 2000, que terminaría perdiendo frente a George W. Bush, pese a que el primero había sacado más votos que el segundo; otro tanto ocurriría en 2016, cuando Hillary Clinton perdió las elecciones contra el hoy derrotado Donald Trump, con todo y que mucha más gente la votó.

Ahora bien, al margen de las singularidades que caracterizan al sistema de elección presidencial en los Estados Unidos, que ha sido muchas veces catalogado de arcaico y poco justo en la distribución de posiciones políticas, además de elitista por contraponer el criterio distrital frente al popular. Otra vez se observa también, que fue virtualmente imposible anticipar con claridad qué iría a pasar. Que aunque siempre se pensó que Biden tenía la ventaja, la gran realidad es que nunca se tuvo del todo claro que esto fuera realmente así. Especialmente hacia el cierre de la campaña, cuando no faltaron especialistas que sugirieran un posible triunfo de Trump por un margen muy apretado.

Sin embargo, aún con la cautela de propios y extraños, los que sí que fueron bastante optimistas respecto al triunfo de Joe Biden, fueron los numerosos sondeos de opinión y/o encuestadoras, que en su mayoría auguraban una victoria por demás cómoda de este, frente a Donald Trump a quien no le daban ni la más mínima oportunidad. Hecho que terminó probando no ser tan así. Al punto de que ante la incapacidad de arrojar resultados preliminares relativamente fiables al final de la jornada electoral del pasado martes, mantuvo al mundo entero expectante hasta el sábado por la mañana, cuando finalmente se supo que ganaba Biden.

Asunto que no hizo sino encender los ánimos de ambos bandos, siendo el más descompuesto el del propio Trump, quien terminaría incluso por sugerir en una forma por demás temeraria y bastante criticada por absolutamente todos, que estaba siendo objeto de fraude. Todo al más puro estilo de un candidato opositor en cualquier país latinoamericano, pero en pleno Estados Unidos, algo por demás surrealista como caprichoso. ¿Pero qué fue entonces lo que tuvimos y por qué fue todo tan poco claro como se vio?

El día anterior a las propias elecciones, las encuestas nacionales otorgaban a Biden un promedio de entre 7 y 10 puntos más que Trump. Sin embargo el resultado final de la contienda arrojó una diferencia de apenas de 3 puntos, en favor del candidato demócrata; un resultado muy lejano a lo pronosticado. Incluso encuestas como Realclearpolitics y Fivethirtyeight, habían sentenciado resultados de entre 7.2 y 8.4 puntos, en favor del candidato demócrata.

Sin contar a quienes hicieron pronósticos por demás alegres y poco factibles, como fue el caso de Wall Street Journal/NBC, quienes situaron la diferencia en una muy optimista diferenciación de 10 puntos para quien ganara; hasta llegar a pronósticos fuera de toda proporción, como los hechos por ABC-Washington Post, que incluso ampliaba la victoria de Biden hasta los 17 puntos en Wisconsin, donde finalmente la distancia entre ambos candidatos para sorpresa de todos, fue de solo 0,7 en favor de Biden.

Pero ¿por qué son llegan a ser las encuestas tan inexactas en los resultados que se estiman? Lo menos a decir, es que hay varios asuntos que atraviesan el tema, el primero es que las muestras pudieran no ser del todo representativas. Hasta ahí todo bien con una respuesta más que obvia. Empero la duda del por qué los datos arrojados por las estimaciones hechas antes de las elecciones, pueden llegar a ser tan divergentes de lo que al final ocurriera, persiste y deja más preguntas que respuestas. Sin embargo, según se dice, la diferencia entre lo que las encuestadoras logran captar de sus sondeos y lo que realmente ocurre, obedece en buena medida a que producto de la preocupación por la seguridad personal, cada vez hay menos gente dispuesta a dar información a otro sin conocerle.

Otro tema no menos significativo al respecto, tiene que ver con que cada vez más las identificaciones del electorado con los respectivos partidos, son menos estables de lo que históricamente fueron; esto es que al no haber un filiación partidista tan clara como solía haberla hace medio siglo, cuando las sociedades eran menos complejas, cada vez es mayor la proporción de personas que deciden su voto a último minuto, lo que hace que las respuestas recogidas por las encuestas no necesariamente reflejen lo que termina sucediendo.

Si a ello sumamos la sobre exposición mediática que hoy caracteriza al mundo por la facilidad del acceso a redes, es más que entendible que se termina volcando preferencias y/o percepciones virtualmente en horas, por lo que es fácil que quien está favorito en las encuestas un día, en cosa de horas pueda sufrir cambios bruscos en las preferencias de la opinión pública que lo mismo terminen consolidando su posición, que sepultándola. En cualquier caso, por mucho que se pueda decir al respecto, lo cierto es que al igual que otros ámbitos de la vida, las elecciones de un país se ganan con definiciones, luego entonces, en un mundo donde la opinión puede llegar a ser tan subjetiva como volátil, convendría siempre tener posiciones un tanto más modestas para no llamarse luego a engaño.

Como de momento parece estar ocurriendo con el propio Trump, que no termina de aceptar su derrota. Esperemos pues que rectifique por el bien propio y el de su país. En cuanto a Biden, lo menos por decir es que su triunfo se antoja histórico, no sólo por lo apretado de los resultados finales, sino además, porque su compañera de fórmula y virtual vicepresidente, será por vez primera en la historia de los Estados Unidos, una mujer catalogada de talante progresista: Kamala Harris. Esperemos pues que el papel de ambos esté a la altura de las expectativas que despiertan. Esto no ha hecho más que comenzar.  

Comentarios


Aviso Oportuno

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Residencia en venta, Villa de Álvare

Residencia en venta, Villa de Álvare

Se vende Hyundai, Verna 2005

Se vende Hyundai, Verna 2005

Chevrolet Prisma 2016

Chevrolet Prisma 2016

Sentra 2005, Manzanillo

Sentra 2005, Manzanillo

Toyota Cambri 2016

Toyota Cambri 2016

Cambio por Tsuru, Colima

Cambio por Tsuru, Colima

1/18
1/543
WhatsApp Image 2024-11-05 at 11.01.29 AM (2).jpeg
organon_Mesa de trabajo 1.jpg
EC NOVIEMBRE LA LEALTAD 243 X 400.jpg
WhatsApp Image 2025-06-06 at 10.51.36 AM.jpeg
Cirugía de párpados

Periodistas comprometidos con la verdad

Quiénes somos

Contacto

Anúnciate

Aviso legal

Aviso de privacidad

Derechos Reservados © La Lealtad 2025

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey YouTube Icon
bottom of page