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Al Robot: Ansiedad Cibernética




Ansiedad Cibernética


¿Se imaginan un día sin celulares? ¿Hablemos de 1 semana o un mes?


En el mundo actual nos encontramos altamente conectados, recibiendo información constante, bombardeados con todo tipo de noticias por los periódicos en papel u otros medios digitales o simplemente por la familia con esos grupos que creamos para mantenernos en contacto con familiares, amigos, compañeros de trabajo, jefes y clientes.



Pongamos algunos números para conocer el panorama actual en México:

Con un poco más de 4 billones de personas utilizando internet con un promedio de 6 horas por día, el mundo digital se ha vuelto parte esencial en casi todos los aspectos de nuestra vida ya sea para chatear con amigos, jugar videojuegos, buscar productos, revisar nuestra salud, o inclusive encontrar el amor de nuestras vidas. Como resultado de esto nos encontramos en un constante estado de alerta, esperando que nos llegue algo, alguna noticia. Vivimos en un mundo de constantes notificaciones por parte de nuestro celular que nos avisa a cada instante de lo que está ocurriendo o lo que pasará. Llegan mensajes de chats, redes sociales y las diferentes aplicaciones que tenemos instaladas bombardeándonos constantemente.

Lo que está provocando una adicción a las redes generando así lo que podríamos llamar una ansiedad cibernética. ¿Sabes qué es la Dopamina?


Dopamina: es uno de los neurotransmisores del sistema nervioso central. Se trata de sustancias que actúan como mensajeros y permiten el paso de información. Un neurotransmisor puede condicionar a otro, tal es el caso de la serotonina, relacionada con los estados de ánimo, que interviene en la dopamina. Por lo tanto, cuando los niveles de este neurotransmisor se ven alterados, también se alteran los de serotonina y viceversa. Los neurotransmisores permiten la comunicación entre una neurona y otra. Por ejemplo, las endorfinas tienen un gran papel en el placer.


Funciones importantes de la dopamina en el cerebro:


  • Comportamiento

  • Cognición

  • Actividad motora

  • Motivación

  • Recompensa

  • Regulación en la producción de leche

  • El sueño

  • El humor

  • La atención

  • El aprendizaje


Porque hacer un recordatorio de que es la dopamina, porque cuando la recompensa esperada se omite las neuronas de dopamina son deprimidas, es decir se deja de producir, por lo tanto, provoca que el individuo busque un estímulo para liberar dopamina y sentir placer.


Se ha encontrado en estudios recientes la sociabilidad, así como el sistema de recompensa están muy ligados a la neurotransmisión de dopamina. Es la misma sensación que sentimos cuando interactuamos con algunas aplicaciones que tiene nuestro celular. Quienes son más afectados en este sentido son nuestros niños y adolescentes que pasan más de 4 horas al día frente a un celular. También los adultos que trabajan, no se despegan del celular para solucionar problemas y esperar que se les diga que han hecho un buen trabajo el día de hoy.


El único freno que podemos colocarle a la dopamina lo tenemos en nuestro lóbulo frontal, que digamos es la parte racional de nuestro cerebro que nos dice que ya hemos tenido suficiente, pero como decía el viejo lema “Nada con exceso, todo con medida” cuando estamos inmersos todo el tiempo y aumentamos la dosis sin descanso nos volvemos dependientes del consumo de notificaciones para sentirnos bien.



En esta nueva era donde la economía digital toma relevancia observamos un mecanismo nuevo para que las marcas nos vendan los productos a través de generar placer y motivarnos para obtener cada vez más sin descanso, cambiando nuestros comportamientos y rutinas.


En los videojuegos encontramos un claro ejemplo de ello, explicaré algunos otros más, pero empecemos por aquí, con la llegada de los celulares con internet las personas tienen una forma al alcance de sus manos para tener juegos sin tener que prender una computadora, consola de videojuegos. Todo el poder está en nuestros bolsillos, basta con darle descargar a una aplicación y jugar, hasta allí ese comportamiento es normal, sin embargo, desde hace un par de años se inventó un sistema de recompensar por alcanzar objetivos que el mismo juego nos pone. Muchas veces estos juegos son gratuitos, pero para poder desbloquear nuevas funciones o niveles se requiere de lograr estos “achievements”, aunado a esto los juegos se han vuelto cada vez más sociales ¿Cómo? Con competencias en línea versus otros jugadores humanos en línea, ahora ya no se trata de vencer a la máquina, sino que tu oponente es otro humano.


Hasta allí todo lo anterior suena bien, pero recordemos ese sentimiento por ser recompensados, la recompensa llega con la aprobación y admiración de otros jugadores por los logros obtenidos o simplemente por ser el primero de la lista. También puede llegar por el mismo juego, aunque nos aben cuando llegará la próxima, y esa espera por recompensa es lo que hace al juego más interesante. Recordemos que somos animales sociales, así que este comportamiento donde se busca destacar sobre los demás nos mueve emocionalmente provocando que busquemos cada vez más esto, poniéndonos ansiosos cuando no logramos mantener esa expectativa. Aquí es donde las alarmas empiezan a dispararse porque se empieza a volver algo incontrolable, esto mismo lo han aprovechado las marcas para vendernos productos, como los primeros sitios los ocupan aquellos que pagan por ciertos artefactos para lograr las metas o ser mejor que otros empiezan a vender dinero digital impactando la economía de los usuarios. Este dinero se utiliza para comprar armas, artefactos para ser mejores. En años recientes después de que los jugadores protestarán por ser una ventaja injusta para los que pagan más, las marcas encontraron otra forma para obtener dinero de los usuarios, a través de cambios estéticos en los personajes o elementos del juego, otra vez a liberar dopamina para sentir esa recompensa que tanto buscamos.


De lo que aparentemente se trataba de un juego gratuito ahora resulta en un gasto más para llenar nuestros egos y ganas de aprobación por los demás. Tal vez me dirás querido lector eso no me pasa a mi porque no me gustan los videojuegos, sin embargo, las marcas han encontrado otras formas para llegar utilizando esta liberación de dopamina.


¿Cómo nos paga Facebook o Instagram por subir fotos, realizar publicaciones?


Con los famosísimos “Likes” (me gustan) que tanto utilizamos en redes sociales, efectivamente con liberación de dopamina estamos entregando las llaves del reino a las marcas. Con modificaciones estéticas, que si bien en los videojuegos es para darle color o ponerle algún detalle que nos guste dentro del juego, en la vida real también se utiliza. Cuando nos tomamos fotos con caras de perritos, ositos, efectos para vernos mejor, etc. Nuevamente las marcas han sabido adaptarse al mercado.


Las marcas no sólo han sabido como explotar la tecnología del mercado para vendernos más, sino que conocen cual es el objetivo más vulnerable para hacer llegar este consumo cada vez más creciente, así es los adolescentes. La economía digital se ha centrado en los jóvenes, hoy en día un adolescente de 11 años ya cuenta con un teléfono celular que lleva a todas partes. Nueve de cada diez utilizan aplicaciones, aunado al tiempo que pasan pegados a ellos. Han cambiado sus rutinas para que antes de dormir hayan logrado los objetivos que les ha marcado su aplicación favorita.


Hoy en día nos levantamos, bañamos, comemos, cenamos, salimos, celebramos con un celular en la mano. Las apps nos invitan a celebrar cuando estamos juntos con nuestras familias, pero la realidad es que estamos solos con nuestros teléfonos. Nos enojamos si nos interrumpen cuando estamos haciendo “algo importante” con nuestros dispositivos, si no estamos recibiendo suficientes likes nos deprimimos, nos sentimos solos porque no tenemos muchos amigos en Facebook.


Nos entra ansiedad cuando vemos que la batería del celular se está terminando o ya no tenemos señal. Si suspendemos un momento el recibir notificaciones o lo ponemos en modo avión, entra la ansiedad porque posiblemente nos estamos perdiendo de algo bueno.


Se ha estudiado el cerebro de las personas cuando observan que alguien les da un “Me gusta” a una foto o comentario que subieron, encendiendo las áreas donde las recompensas son recibidas, este fenómeno se equipara a aquellos que tienen alguna adicción a drogas o el alcohol. A la mayoría de los adolescentes no les gusta ser juzgados, mucho menos si lo hace un adulto, por eso mismo se vuelven el objetivo más viable, aunque a mi parecer es el más vulnerable. Como he comentado antes, no porque hayan nacido en esta era se les puede considerar expertos en la era digital, hay algunos casos excepcionales pero también lo son personas adultas que nos dedicamos a las áreas de tecnología y estamos en constante aprendizaje, pero un adolescente no entiende cómo funciona un celular, que es una red, no saben cómo conectar un módem, no entiendes de algoritmos, de probabilidad, de estadística, como opera una computadora, simple y sencillamente son consumidores de apps, consumidores de dopamina.


Y ahora que menciono algoritmo nuevamente recordemos que ellos son los que están decidiendo por mí que pensar, provocando que nos aislemos más porque vivimos únicamente en el mundo que nos gusta, donde nos aprueban además que solo existe lo que a nosotros nos importa. Nos sugiere que película ver basado en las elecciones que hemos hecho anteriormente, así como los productos que compramos, lo que leemos, lo que vemos, nuestros comentarios, nos sugieren hasta las posibles amistades basado en los amigos que tenemos y comparten nuestra forma de pensar. Este es un fenómeno en crecimiento al cual ya le han dado el nombre de “Filter Bubble” del cual platique en otro de mis artículos, donde la tolerancia es cada vez menor, claro si nuestro círculo se reduce solo a lo que nosotros nos importa que apertura tendremos para escuchar a los demás.


Esto también ha sabido utilizarse dentro de las empresas adoptando este sistema de recompensa, ofreciendo conferencistas motivacionales para elevar las expectativas de los empleados. A veces sucede indirectamente cuando se reciben decenas de correos diariamente, siempre esperando el siguiente que traiga buenas noticias, un cierre, aprobación de un cambio, alguna promoción o bono por el desempeño. Se busca la aprobación de los jefes y compañeros, ahora los directores no son señores serios que saben lo que hacen, ahora se considera que los mejores son aquellos más empáticos, dinámicos, alegres, divertidos, populares.


¿Quieres conquistar y dominar a los humanos? No se requiere de grandes tecnologías, robots, sistemas extraordinarios como Skynet (Saga Terminator), simplemente creemos algún grupo en Facebook, whatsapp, crea un tweet, utiliza un #hashtag y entrégales algo para liberar dopamina, podrás conquista a las masas.


Lo que más altera a las personas en la actualidad creo que no es en sí las redes que existen, porque de alguna forma nos ha dado la posibilidad de conectar con nuestra familia, amigos, personas del pasado, así como compartir gratos momentos que nos traen buenos recuerdos y nos da felicidad. Pero ese incesante sonido que todo el tiempo suena en el teléfono avisándonos de que algo llego, algo ocurrió por lo que debo correr a revisar y comentar algo rápido porque de otra forma lo olvidaré después. Es parte de la realidad actual donde todo es cambiante, efímero, tan líquido que nos llenamos todo el tiempo con actividades para pasar de un lugar a otro lo más rápido posible, se pierde constancia, ya no se puede concentrar en una única tarea. En un artículo posterior hablaré del multitasking, sin embargo, me gustaría mencionar que aquellos que se sienten orgullosos de realizar varias tareas a la vez en realidad lo que están haciendo es que les están robando el tiempo, se trabaja en muchas cosas, pero se finalizan unas cuantas o ninguna.


¿Qué hacer para evitar esta ansiedad? La solución es más sencilla de lo que parece, siguiendo el consejo de uno de los cofundadores de Platzi, Christian Van Der Henst, apaguemos las notificaciones de nuestros celulares, hacer una pausa a las redes sociales, igual no eliminar las redes sociales, solo hacer una pausa, cambiar hábitos, empezando por los adultos para ser modelos con el ejemplo para nuestros jóvenes. Contar con un horario para jugar, durante ese tiempo no pensar en otra cosa, esto también aplica para otras actividades logrando así disfrutar al cien por ciento de ese momento, de tal forma que la satisfacción es mayor y no requerimos llenarnos de actividades. No todo es urgente, porque cuando todo es urgente en realidad significa que nada tiene importancia, por lo tanto, se vuelve importante priorizar actividades ¿Qué es más importante? ¿Pasar tiempo con la familia? ¿Aprender una nueva habilidad? ¿Jugar? ¿Ver una película? ¿Sentarse a comer?


“Hagamos una pausa para admirar la vida real”

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