top of page

Ágora: Nosotros los pobres PARTE II

  • Foto del escritor: Emanuel del Toro
    Emanuel del Toro
  • 24 may 2020
  • 5 Min. de lectura

Nosotros los pobres. Una opinión personal en torno a las diferencias de pensamiento entre las clases sociales. PARTE II.


Si nuestras condiciones de desigualdad social, no fueran producto del modo amañado en el que funcionan las instituciones de gobierno, que aplican las leyes a conveniencia, a unos si, a otros no, y eso no generara una cultura social tan destructiva y tan persistente, es decir que sabemos que hagamos lo que hagamos no va cambiar, difícilmente nos veríamos pensando que el único modo de salir de la miseria en la que vivimos sea un golpe de suerte; digo, si a esas vamos, ese mismo “sueño” o modelo de un golpe de suerte, es la idea que nos venden las novelas en este país, el rico que se saca la lotería o asciende socialmente por un golpe de suerte, la chica pobre que se enamora del rico, el hombre pobre que descubre ser hijo de un rico, etc., etc., es una formula tan ensayada y promovida por nuestra cultura, que es alimentada por la tele, que es una de las tantas formas que tenemos de mantener tranquila a la gente en su casa pegados a la televisión.


Otro tanto ocurre con las clases medias que se piensan falsamente que la educación es la clave del éxito –objetan los privilegiados. Y me da por pensar que: si las clases medias piensan que la educación es la clave para salir adelante, es porque ellas deben su situación a la educación, resulta que antes, todavía hasta los 70's había algo que se llama ascenso social y básicamente dependía de que cada quien tuviera las ganas de estudiar, para que en la medida que estuvieras mejor preparado, mejores trabajos tuvieras, esa era la eterna promesa del capitalismo, la idea de que cada nueva generación siempre iría a vivir mejor que le antecedió.


Sin embargo, eso hace años que no funciona así, porque las razones de la desigualdad se han vuelto cultura y con ello se han ido normalizando como se la cosa más natural se tratara, y porque además la base de nuestra riqueza en el país ya no depende de la economía local, sino del comercio exterior, así que todo lo que hacemos es básicamente vender y comprar afuera, mientras adentro los demás no vemos nada claro, todo esto en plena era de la globalización, el libre comercio y el exceso de tecnología. Es vergonzoso que las nuevas generaciones (incluso las que estudiaron), no puedan vivir mejor o siquiera igual que la generación de sus padres.


La cosa en ese sentido está tan crítica, que ya hasta en las colonias que antes eran de clase alta, ves que los hijos hacen sus casas partiendo en pedazos las mansiones de sus padres, eso hace 30 años jamás lo veías. Ahora bien, en cuanto a lo del ahorro es parcialmente cierto, la cosa es que en este país casi nadie ahorra, ni pobres, ni clase media, caray, a veces ni los ricos ahorran, pero ojo rara vez ahorramos porque siempre vivimos de prestado, desde el pobre que pide fiado, hasta el clase media que paga en abonos chiquitos para pagar un chingo, ni que decir del rico que lo que tiene lo paga a 12 o 18 meses sin intereses, porque en el fondo todos sabemos que no aún si te va mejor, a ninguno nos alcanza.

Ahora bien, el tema de los ricos es muy interesante, si uno revisa la vida de los hombres más ricos de la historia en los últimos 200 años, se puede uno dar cuenta que no hay un solo caso donde además de jugar al emprendedor, se hayan apoyado en un grupo, no necesariamente la familia, algunos lo hicieron en la comunidad religiosa a la que pertenecían, otros lo hicieron con financiamiento público, algunos más cobrando favores a los amigos etc. etc., pero el caso es que quien acumuló dinero, lo hizo en esencia porque alguien le ayudó. Sin embargo, aquí en América Latina la cosa está todavía más complicada, porque aquí hemos sido pobres desde siempre, porque vuelvo a lo mismo, las condiciones de nuestra pobreza son estructurales, se enraízan profundamente en las relaciones económicas que tenemos con el exterior.


Más claro: somos pobres porque así lo establecieron las grandes potencias; eso ha formado una cultura llena de vicios. Vicios que se refuerzan porque en América Latina la fuente de riqueza patrimonial más grande y estable siempre ha sido el gobierno, por eso ves que la mayoría de los que son empresarios o ricos, estuvieron alguna vez en el gobierno o ligados a la gente del gobierno, al punto de que ya no se sabe que es primero, si el empresario que se convierte en político o el político que se convierte en empresario.


Si emprender fuera tan fácil –changarrización lo llamaría el tristemente célebre Vicente Fox cuyo legado se quedó todo en una esperanza de cambio político y social que jamás llegó–, bastaría con que todos emprendiéramos pequeños negocios y que pasados unos años, apareciéramos todos como nuevos ricos, y eso es obvio que no pasa, si pasara, ya desde cuando muchos en el país serían ricos, que aquí se abren muchísimos pequeños negocios todos los días, sin embargo, por cada ejemplo de éxito que si lo consigue, hay cientos de historias de gente que se quedó en el camino.


Los ricos y las clases medias que los admiran en la esperanza de algún día ser como ellos, sustituyen la fe en Dios y el golpe de suerte (para ganar la loteria), por la fe en lo que creen que podrán vender y en el golpe de suerte de hallar una idea que a nadie se le hubiera ocurrido antes para ser los primeros en beneficiarse de ella. Lo primero es cambiar las causas estructurales que favorecen la desigualdad, cambiar el funcionamiento de las instituciones, y ojo, aquí hay mucha gente que ha demostrado que las sociedades siempre cambian más rápido que la capacidad de respuesta de los gobiernos, por eso es que no hay que dejar de insistir, de hacer conciencia, por mucho que la gente diga que estamos mal y que tenemos mala actitud.


Lo sé, quizá todo lo que hasta aquí he dicho no resulte nada nuevo, pero hasta donde yo sé, rara vez se ve en los medios de comunicación, que quienes menos tenemos, tengamos siquiera la posibilidad de réplica frente al sin fin de críticas e inexactitudes que se vierten sobre nuestro modo de pensar para desacreditarlo, cual si el camino seguido por quienes todo lo tienen estuviera al margen de excepcionalidades o libre de contradicciones que no reflejan para nada la autoimagen que los privilegiados tienen de sí mismos.


Hasta que el ejercicio de desmontar las verdades a medias de las élites se vuelva cosa común, ejercicios como el presente seguirán siendo muy necesarios. Lo digo así, porque al margen del drama sanitario que la cuestión del covid-19 ha significado, no es menos cierto, que buena parte de los problemas que esta crisis ha dejado al descubierto, se deben a la trepidante desigualdad en medio de la que vivimos y a la incapacidad de reconocerlo para atender los problemas derivados de la misma.


Comentarios


Aviso Oportuno

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Cuartos en Renta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Casa en venta, Villa de Álvarez

Residencia en venta, Villa de Álvare

Residencia en venta, Villa de Álvare

Se vende Hyundai, Verna 2005

Se vende Hyundai, Verna 2005

Chevrolet Prisma 2016

Chevrolet Prisma 2016

Sentra 2005, Manzanillo

Sentra 2005, Manzanillo

Toyota Cambri 2016

Toyota Cambri 2016

Cambio por Tsuru, Colima

Cambio por Tsuru, Colima

1/18
1/543
WhatsApp Image 2024-11-05 at 11.01.29 AM (2).jpeg
organon_Mesa de trabajo 1.jpg
EC NOVIEMBRE LA LEALTAD 243 X 400.jpg
WhatsApp Image 2025-06-06 at 10.51.36 AM.jpeg
Cirugía de párpados

Periodistas comprometidos con la verdad

Quiénes somos

Contacto

Anúnciate

Aviso legal

Aviso de privacidad

Derechos Reservados © La Lealtad 2025

  • Grey Facebook Icon
  • Grey Twitter Icon
  • Grey YouTube Icon
bottom of page