Bohemian Rhapsody Crítica

Foto: 20TH CENTURY FOX

Bohemian Rhapsody Crítica *

⭐½

Contiene Algunos Spoilers.

Is this the real life?

Is this just fantasy?

Oh amigos, que desastre.

Tal como inicia la letra de Bohemian Rhapsody, esta cinta no encuentra un balance entre lo fantasioso y la realidad. Bohemian Rhapsody es una película manipuladora, ridícula, falsa, y demasiado superficial.

El producto final es aún más decepcionante cuando te enteras que este proyecto tomó años en realizarse. Años atrás, Sacha Baron Cohen era el que iba a interpretar a Freddie Mercury, pero por diferencias creativas, el proyecto se congeló por algunos años, hasta que dicho proyecto cayó en manos de Bryan Singer como director, y Rami Malek en el papel principal como Mercury. Entre las grabaciones y la producción, Singer tuvo problemas con el equipo y con Malek; al final, por razones externas, fue despedido, dejando como director a Dexter Fletcher. Importante mencionar que, a pesar de ser despedido, Singer sigue apareciendo como el director de la cinta.

Bohemian Rhapsody es un resumen sobre los inicios de la banda, su ascenso al éxito, algunos momentos y conflictos de la vida de Mercury con la banda, para terminar con la icónica presentación en Live AID.

Hay tantos problemas en esta cinta, y el culpable de todo esto es el guion. Empezando por el propio Mercury, que visualmente brilla gracias a la increíble interpretación de Malek, pero internamente apesta, ya que la historia nunca profundiza en la vida del cantante para lograr empatizar con él. Desde los trailers te venden esta cinta como “Si hay algo más extraordinario que la música de Queen, es la historia de Freddie Mercury” historia que en esta película no tiene nada de extraordinaria. Se siente tan forzada y tan limitada en contar aspectos personales, que toda la cinta parece un melodrama barato y absurdo.

Mercury se une con los otros miembros de la banda, y en un cambio de escena a otra, la banda se transforma en Queen, con un álbum y un éxito asegurado. No hay un solo momento en el guion en el que nos cuenten los fracasos, los sentimientos, momentos íntimos y miedos de todos los miembros del grupo, todo pasa tan rápido, en un abrir y cerrar de ojos, que incluso los demás actores que se encargan de interpretar a Brian May, Roger Taylor, y a John Deacon, pasan completamente desapercibidos en esta historia.

En lugar de hablar sobre la relación de Mercury con sus padres, su relación REAL con los miembros de la banda, sobre sus miedos, sobre ser juzgado por su apariencia, y, sobre todo, presentar de manera SERIA su bisexualidad, Bohemian Rhapsody maneja el tema de la sexualidad de Mercury de una manera tan pretenciosa, estúpida e irritable, que termina convirtiendo dicho tema en un melodrama sacado de la televisión. Freddie conoce a Paul Prenter, (Allen Leech) quien, por alguna razón, se encuentra involucrado con el representante de la banda. Prenter es presentado como el malo de la historia, gracias a él, Mercury se separa de la banda, cae en los excesos de la drogadicción, fiestas, y promiscuidad. Se sabe que Mercury organizaba fiestas enormes y extravagantes, pero sigo insistiendo en que esta no fue la forma correcta de representarlo. La cinta pierde la mayor parte del tiempo en contar esta parte de la historia, que se siente más como una trama barata de los escritores en lugar de basarse en la realidad, mostrando a un Mercury incrédulo, egocéntrico, borracho, y estúpido, que termina siendo también el malo de la banda.

Esperen, que eso no es lo peor.

Lo peor de toda la cinta es la poca vergüenza de los escritores en presentar el momento en el que a Mercury se le diagnóstica el SIDA. Utilizan este tema tan delicado en la vida del cantante para crear un drama completamente manipulador, tan manipulador que da coraje y pena ajena. A Mercury se le diagnosticó el virus VIH en el año 1987, y en la cinta, se entera en el año 1985, antes de la presentación en el Live AID. Los directores intentan dramatizar el climax de la historia de una manera mediocre, intentan crear drama en una película con un guion soso y barato.

A pesar del terrible CGI en la casi exacta representación del concierto de Live AID, y a pesar de todos los problemas de toda la cinta, no puedo negar que los últimos 20 minutos hacen que se te erice la piel. Lo mejor de toda la película es la música original de Queen, las increíbles réplicas de las presentaciones y conciertos de la banda, la fotografía con sus tomas llenas de movimientos de cámara y planos visualmente bellos, y el extraordinario trabajo de Rami Malek interpretando a Freddie Mercury, por lo que no me sorprendería que este actor obtuviera su primera nominación a los premios de la Academia.

Esta NO es la película que una banda tan legendaria como Queen merecía, merecían algo mejor, mucho mejor. Desde un punto de vista crítico, la película es mala, pero si lo que quieres es entretenerte, lo cumple.

* Crítica originalmente publicada el 04 de noviembre de 2018.

** Contiene Algunos Spoilers.