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Café exprés


Espaldarazo


De lo que nunca se debe hablar, dicen por ahí, es de futbol, política y religión. Pero política y futbol es lo que más tenemos en este momento, y eso es innegable.


Se está llevando a cabo la copa del mundo en territorio ruso; México ya quedó eliminado al perder contra Brasil; la que se decía la camada, la generación con más expectativas quedó en el maldito cuarto partido, por siete años consecutivos México se queda en la etapa de octavos de final, falta dar ese brinco y no se sabe para cuándo. Muchas críticas dicen que es el director técnico, pero han tenido varios directores técnicos y el resultado es el mismo, dicen que son los jugadores pero sucede exactamente lo mismo. Y parece que es cuento de nunca acabar.


Yo digo que es cosa de corrupción en la Federación Mexicana de Futbol y de falta de concentración en el jugador, estar al pendiente los noventa minutos que dura un partido y si hubiese tiempo extra los treinta minutos que dure también… siempre hay que estar concentrados.


Pero este no es el tema. Ya mencioné la corrupción y es justo esto lo que nos lleva al siguiente tema. México volverá a jugar un mundial y quizá quede de nueva cuenta en octavos (ya estamos acostumbrados a ese sentir, sería un milagro que pasara a cuartos y ese día, si llega… ya vendrá). Pero el tema de la corrupción me lleva a hablar de política, sí, dice aquella gran premisa que nunca debemos hablar ni de futbol, ni de política y mucho menos de religión porque vamos a salir peleados o cada uno tiene su propia opinión y, ponerse de acuerdo será compliadísimo, pero es que política es el tema más caliente que tenemos junto al futbol por lo que ya expliqué líneas arriba.


Acaba de haber elecciones en territorio nacional para dirigir el rumbo de este pobre país los próximos seis años. Como siempre se presentaron los mismos partidos… a saber, PRI, PAN y PRD (de los llamados grandes) en tanto que (el Verde Ecologista, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano y Encuentro Social de los llamados pequeños) se quedaron, incluso algunos, hasta sin registro. Morena se cocina aparte y ahora lo retomo.


La sociedad salió a las calles a votar de manera histórica, ahora no ganó el abstencionismo. Con un sorprendente 53 por ciento de las preferencias la coalición “Juntos Haremos Historia” encabezada por Andrés Manuel López Obrador se levantó con la victoria y con un congreso en mayoría (Senado y Diputados).


El espaldarazo fue para los grandes partidos PRI y PAN que se quedaron muy lejos, pero muy lejos de ese 53 por ciento. Pronto salieron los candidatos de ambos partidos a decir que las tendencias NO les favorecían. En lo local la ola Morena no se quedó atrás y arrasó con todo y parece que viene un verdadero Movimiento de Regeneración Nacional. Las huestes del PRI a nivel local están de capa caída porque les pasó un tráiler por encima… una locomotora llamada Morena y no encuentran el rumbo, es momento de reestructurarse. Me da risa que algunos políticos de esas fuerzas PRI y PAN digan que NO saben el por qué la gente les dio la espalda… ¿en serio que no lo saben?


La gran corrupción de este sexenio y de sexenios anteriores despertó a millones de mexicanos. Ya lo hicieron alguna vez cuando ganó Fox y al candidato lo perdimos en cuanto tomó el poder. Se volvió loco. Ahora viene la cuarta transformación para este país que… esperemos… sea para bien.


Nunca me imaginé ver a otra fuerza política en el poder pero ya lo vi en el 2000 con Fox y, ahora, en este 2018 con Morena. Sólo me faltaría ver que la selección mexicana de futbol llegué a ese ansiado quinto partido y… por qué no… a jugar la final de un mundial amén de lo que lo gane o no...

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