Ágora: ¡Congruencia!

Por Emanuel del Toro

Test de habilidad de inteligencia emocional en la escuela (THInEmE)

¡Congruencia!

No se confundan, que piense: la ley no se consulta, se aplica. No significa que esté a favor de que cualquier funcionario del pasado que haya abusado del patrimonio público siga impune, pero le tengo tan poca fe a los ejercicios de consulta cuando no vienen acompañados de hechos contundentes que reflejen congruencia y verdadera voluntad. ¿O qué, me van a decir que el mismo gobierno que consulta la aplicación de la justicia para quienes han abusado del poder en el pasado está al menos persiguiendo con todo el rigor a actores del presente como por ejemplo Ricardo Gallardo Juárez o José Ricardo Gallardo Cardona; verdad que no?

Tan no está haciendo nada por aplicarles la ley, que incluso les ha apadrinado dándoles todo su respaldo para hacerse con el poder en San Luis Potosí, luego entonces ¿por qué seguirnos haciendo tontos con que este gobierno federal realmente tiene la voluntad de ejercer todo su poder cuando es un hecho que siguen supeditando el poder del Estado a los intereses y/o aspiraciones políticas del gobernante de turno? Basta ya de simulaciones y dobles morales chabacanas donde se celebran unas cosas, pero se callan otras igual o peores de graves.

Lo he dicho antes y lo vuelvo a repetir: no ponerle a la crítica ni nombre ni apellido, es caer en esa versión mágica y despreocupada de la realidad, en que la maldad del ser humano es en abstracto, responsable de todo lo malo que nos sucede. La idea detrás es muy simple como insostenible y perjudicial, pero se sostiene para beneficio de quienes están en la cúspide del poder, el mundo funciona mal, porque sí, porque hay circunstancias generalizadas que conducen a la perversidad, cosa que desde luego, no ayuda en lo absoluto a desenmarañar la madeja de nuestras miserias, ni mucho menos a solucionarlas, porque ni hay culpables, ni mucho menos propuestas para salir de los problemas.

Para quienes de ese modo piensan, muchas veces si a cualquiera le va mal, es sencillamente porque no se tiene buena actitud, –y aunque quizá algo de cierto pueda haber, desconocer que las condiciones estructurales que empobrecen a millones en cualquier parte del país o el mundo tienen responsables puntuales, es poco menos que una mezquindad–, al final el punto es que nunca se tienen el valor de señalar con nombre y apellido a quiénes debemos que esté todo tan mal, y para el caso de San Luis Potosí esos responsables están más que claros, porque no se trata de actores políticos del pasado, sino que hoy por hoy están más que vigentes pese a todo el daño que han causado ya.

Y perdonen que insista en lo mismo, pero si un gobierno, cualquiera que este sea, no hace nada por aplicarles a esos responsables de tanta miseria y violencia en la localidad, la justicia con todo el peso de la ley como es que de veras toca y encima los apoya para volverlos autoridad, podrá tener las mejores intenciones discursivas, pero no será nunca todo lo que dice ser. ¡Basta ya de simular! ¿Dónde carajos está aquello de mentir, no robar y no traicionar si se hace gobierno y se apoya a quienes mienten, roban y traicionan? No señores, aquí en San Luis Potosí, con o sin consulta ¿cuál cuarta transformación si se pone el poder del Estado en manos de delincuentes? ¡Congruencia carajo, no creo que sea tan difícil de entender de lo que hablo! Simple y llana congruencia.

Lo que es más, si se trata de decir las cosas como realmente son, habría que agregar que para como trata el actual gobierno federal a los Gallardo y su gavilla de compinches, sólo falta que nos digan a los potosinos que hace falta una consulta pública con todo y aval del INE, para ver si se les aplica o no la ley. Y lo que digo: si no pueden con unos simples "mafiosillos" como todavía los describía el propio Presidente hace unos meses, seguramente van andar pudiendo con quienes se considera los mismísimos responsables de la "mafia del poder", ¡por favor! No me hagan reír que no estoy ya para semejantes trotes. ¡No mamen!

Saben, hace 21 años escuché a un idealista en un mitin del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en San Luis Potosí, decir algo que nunca pude olvidar, e iba más o menos así: darle a un campesino empobrecido la libertad de vender su tierra, cuando tiene hambre, es poco menos que una canallada. La de vueltas que da la vida, porque hoy ese idealista es el mismo Presidente de la República, pero tal parece que se le olvidaron sus propias palabras, porque igual que con los campesinos empobrecidos, resulta que darle a un pueblo empobrecido la posibilidad de vender su voto, cuando tiene hambre, es un crimen, y de los más atroces.

Pero eso es justo lo que el Presidente ha convalidado al imponer en el gobierno de San Luis Potosí a Gallardo Cardona, sin importarle el costo. Ha hecho gobernador a un hombre que en vez de volverse autoridad, debería ir a la cárcel para pagar por todo el daño que ya ha causado a San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez. Pero para lo que le importa todo esto y más, porque hasta eso pocos se atreven ya a decir las cosas como son, y cada día son menos; la élite por miedo a perder sus privilegios, la clase media por miedo a quedarse sin nada o incluso ser silenciada o desaparecida, en tanto que los pobres tampoco dicen lo que realmente piensan, por la esperanza de que a quien desde Palacio Nacional se impuso, al menos cumpla un puñado de todos los apoyos que prometió.

Apoyos que comoquiera se supone que el propio gobierno federal ya otorga, o séase que hasta con sombrero ajeno terminará adornándose el recién impuesto, pero ni así habrá de poder comprar la legitimidad de la que carece y siempre carecerá, haga lo que haga. Porque otra vez como dijera un idealista por allá de 2006: a los gobiernos espurios, ni aunque los convalide todo el sistema político se les quita su ilegitimidad. Total que con Gallardo en San Luis Potosí, no sólo habrá narco populismo, además será espurio y con apoyo de gobierno federal, toda una singularidad de las tipologías de gobierno que habrá de quedar para el estudio de la Ciencia Política local, no cabe duda que esta entidad no deja jamás de estar a la vanguardia en lo que a menesteres del poder se refiere.

Gallardo Cardona cometió en las elecciones para gobernador de San Luis Potosí tantas irregularidades, que con una sola que realmente se investigara y sancionara como corresponde, tendría por fuerza que invalidarse su “triunfo”, pero poco o nada le importa todo lo que se pueda decir al respecto, porque viene apadrinado por el mismísimo Presidente. De ese modo ni que le apure por más que lo investiguen. Así las cosas lo que me sorprende no es el cinismo ni la complicidad entre López Obrador y Gallardo, sino el silencio complaciente y comodino de una élite local que hace apenas unas semanas juraba un compromiso a muerte con la democracia y que ahora ni pío dice.

A esos que hoy callan, mañana no les quedará cara para pedirnos a los de a pie que salgamos y nos pongamos la camiseta como ciudadanos responsables, si ellos como élites políticas y económicas no son siquiera capaces de poner el ejemplo. Cobardes, agachones y simuladores, tal parece que todo tenemos. Por eso hoy el narco populismo gallardista lo tenemos más que bien merecido. Así las cosas me pregunto: ¿de qué carajos nos hace diferencia una consulta pública para enjuiciar actores políticos del pasado de primer orden a los potosinos, si gobierno federal no tiene la más mínima voluntad o capacidad de ajustar cuentas con los actores políticos del presente en esferas menores? Juro que en mi modesta posición de politólogo no pido mucho, sólo congruencia.