La interculturalidad como motor del desarrollo de una ciudad: María José

*“El enfoque intercultural trabaja sobre la falta de cohesión social, integrando activamente a personas migrantes, refugiadas, desplazadas, integrantes de la comunidad LGBT, mujeres, personas con discapacidad y comunidades indígenas”, añadió la experta.

Como parte de las Jornadas Académicas 2025 de la Universidad de Colima, la Mtra. María José Salcedo Campos, coordinadora del Programa México de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad, ofreció la conferencia virtual: “La interculturalidad en el siglo XXI”, dirigida a docentes y estudiantes de la máxima casa de estudios colimense.

Durante su intervención, la especialista en planeación estratégica compartió su experiencia con el programa Ciudades Interculturales, impulsado por el Consejo de Europa en más de 130 ciudades alrededor del mundo, incluido México. Señaló que este enfoque busca atender problemáticas derivadas del encuentro entre culturas, como la segregación, la discriminación y el racismo.

“La interculturalidad debe entenderse como un activo que puede y debe ser gestionado desde distintas instituciones -educativas, deportivas, de salud y seguridad pública- como parte del desarrollo de una ciudad”, explicó.

Salcedo Campos subrayó que esta perspectiva aborda la diversidad y la presencia de grupos minoritarios no como obstáculos, sino como ventajas comparativas para el desarrollo social, cultural y económico. “El enfoque intercultural trabaja sobre la falta de cohesión social, integrando activamente a personas migrantes, refugiadas, desplazadas, integrantes de la comunidad LGBT, mujeres, personas con discapacidad y comunidades indígenas”, puntualizó.

Asimismo, destacó tres principios fundamentales de la interculturalidad. El primero, la igualdad, que implica el compromiso con los derechos básicos y las oportunidades sociales para todas las personas, así como la implementación de políticas contra la exclusión y la discriminación. El segundo punto, añadió, es el reconocimiento de la diversidad, tanto en las diferencias como las similitudes, combinando el concepto de pluralismo con el concepto inclusivo de ciudadanía con derechos”.

El tercer principio es la interacción positiva. María José aclaró que este tercer punto es lo que diferencia el término interculturalidad del de multiculturalidad. Se refiere a la gestión cotidiana de la diversidad a través de espacios donde diferentes grupos puedan dialogar, conocerse y colaborar, como universidades, escuelas, bibliotecas o instalaciones deportivas.

“La clave no es solo tener estos espacios, sino activar mecanismos que fomenten el encuentro, entendiendo que la diversidad conlleva tensiones que deben ser mediadas por profesionales en resolución de conflictos”, señaló.

Habló también sobre la importancia de implementar políticas públicas anti-rumores, que son una estrategia promovida por gobiernos y entidades sociales para identificar, contrarrestar y desmontar rumores, estereotipos y prejuicios que afectan negativamente la convivencia y fomentan la discriminación, especialmente en contextos de diversidad cultural, étnica o social.

“La interculturalidad -concluyó María José- debe ser un mecanismo para construir sociedades más tolerantes, plurales y diversas”, concluyó.

Finalmente, en relación con el ámbito universitario, propuso incorporar la perspectiva intercultural en los marcos normativos y códigos de conducta; adaptar el diseño de aulas, espacios comunitarios y eventos con enfoque de interacción positiva e incluir actividades que promuevan entornos vivos y de intercambio intercultural dentro del catálogo universitario.

María José Salcedo Campos es licenciada en Relaciones Internacionales por el ITAM y maestra en Economía Política por la Universidad de Kassel, Alemania. Desde 2018 coordina el Programa México de la Fundación Friedrich Naumann para la Libertad.

Ha colaborado con el Centro Internacional para el Desarrollo y el Trabajo Docente en Kassel, y con la Fundación BMW Herbert Quandt en Berlín. Sus áreas de especialización incluyen economía de mercado, innovación, políticas públicas para el emprendimiento, integración laboral y ciudades inteligentes e interculturales.