Al Robot: Redes

Por Edgar Tercero.

Redes

He platicado sobre datos en los diferentes artículos compartidos a lo largo de estos ya dos años de la columna AI Robot. Sé que esto es mucho del motor de lo que actualmente llamamos inteligencia artificial, robots, vehículos autónomos, ciudades inteligentes, metaverso y demás tecnologías que actualmente desarrollamos. Pero es importante destacar que esto no es un ente solitario que funciona independiente de todo el ecosistema de la era digital.

Todos utilizamos datos, los generamos, los recolectamos y en algunas ocasiones los explotamos. Ya sean datos de un ente físico como un virtual, y por supuesto nuestros datos personales. Pero antes de existir internet, también generábamos datos, se guardaban en libros y podían mandarse por correo o alguien accedía a ellos cuando se requería.

¿A qué quiero llegar con esto?

Nuestro mundo digital es un reflejo del mundo físico, lo que antes realizábamos de manera “analógica” por darle un nombre, ahora lo podemos llevar a cabo en el mundo digital. Pero ¿Realmente entendemos que así es?

Muchas veces las personas dan por hecho que las cosas funcionan ¿Cómo? “Quien sabe, pero tú da clic aquí o allá y listo.” Tenemos un nivel de abstracción de como funciona todo, hasta cierto punto nos evita el seguir adelante con nuestras vidas, sin detenernos, permitiendo convivir en la sociedad. Pero que sucede cuando ese mundo se ve amenazado por una fuga de información, ataques cibernéticos que comprometen a las empresas o la vida de las personas.

Es allí donde comienza la paranoia, que ha obligado a algunos a no llevar a cabo el uso de aplicaciones para realizar pagos, navegar en internet o entrar a ciertos sitios. Evitando el contacto con las computadoras.

Lo que no saben es que no todas esas manipulaciones se llevan a cabo sin importar que herramienta utilicemos, inclusive los ataques que han provocado más daño son aquellos realizados con ingeniería social. A tal grado que la persona más peligrosa del siglo pasado realizaba sus ataques desde un teléfono, a través de una llamada telefónica o simplemente hablando con otras personas.

Lo demás es solo dedicación para abrir las puertas que se dejan abiertas. Es un principio muy básico, es como platicar con los vecinos contándoles situaciones de nuestras vidas, inclusive al vigilante, mesero, compañeros de trabajo, amigos. A veces uno puede estar blindado, pero se le conto algo a un amigo y este se lo cuenta a alguien más. Lo mismo sucede en el mundo digital, la situación es que aquí la mayoría no saben como es que funciona, por lo tanto, el miedo a lo desconocido es lo que provoca un mayor temor, sobre todo para aquellos que no se informen. Aquí no se trata de edad, porque en mi área de conocimiento conozco personas que trabajaron con algoritmos más complejos a los que me enfrento yo, y lo hacían antes de que existieran las computadoras que ahora conocemos.

Por eso me quise detener el día de hoy a platicar de algo que la mayoría da por hecho, pero con lo que convivimos todo el día, a donde vayamos. Las redes, y una red en particular es la que más nos apremia actualmente, esa red que pone de nervios a algunos cuando dejan de recibir mensajes de los amigos, o simplemente ya no tienen aprobación de los demás (me encanta esta parte porque la gran mayoría de personas tienen esto en un menor o mayor grado independientemente si es conectado o desconectado).

Hablo de la red de redes a la que todos conocemos como internet. Esa red tan popular con la que nos conectamos desde el trabajo, nuestras casas y la palma de la mano. Nos acerca a nuestros seres queridos, clientes y negocios donde compramos cosas muy padres.

Para entender el funcionamiento de una red debemos recordar un principio básico que nos enseñan cuando estábamos en la primaria, el principio de comunicación.

Para que exista una comunicación necesitamos de:

• Emisor: quien envía un mensaje

• Receptor: quien recibirá el mensaje

• Mensaje: lo que se desea comunicar

• Canal: el medio a través del cual deberá moverse el mensaje

• Retroalimentación: normalmente se espera una respuesta

En el mundo digital es algo muy similar, existe alguien que desea enviar un correo, acceder a un sitio, ver un vídeo, escuchar música, mientras que del otro lado estará alguien o algo que recibirá ese mensaje y dará una respuesta.

Y el medio o canal a través del cual se deberá realizar esta comunicación es una red, el cual puede ser a través de cables, el aire, infrarrojo, luz, vía telefónica. En casa todos los dispositivos con que se cuenten se podrán conectar entre si a través de la red existente local, la cual se crea gracias al módem o router que instalan las compañías que ofrecen servicios de internet, ya sea solo internet o con televisión y teléfono. El medio que nos ayuda a conectarnos a internet es el router que se instala en casa, además de proporcionarnos el elemento más importante para conectarnos a internet, nos da una dirección con la cual podemos ser ubicados en la gran red.

Así como nosotros contamos con la dirección de nuestras casas, con la cual nos pueden ubicar para dar diferentes servicios como luz, agua, recibir paquetes, pago de impuestos, entre otras cosas, para navegar en internet debemos ser reconocidos, así como saber con quien nos estamos conectando. Para eso se utiliza la dirección IP = inernet protocol o protocolo de internet.

Sin embargo, cuando vamos a un Starbucks y solicitamos a conexión a internet no le preguntamos al barista que me indique que dirección IP puedo utilizar, porque nuestros dispositivos utilizan otros protocolos que automáticamente nos la asignan. Inclusive no entramos a sitios como Facebook utilizando la IP, sino que utilizamos algo más amigable como lo es su nombre.

Si quisiéramos ver la IP de Facebook lo podemos hacer de la siguiente manera:

Para poder entablar las comunicaciones, el envío de información, ver vídeos, divertirse en redes sociales existe un mecanismo físico que utilizamos todos los días, en menor o mayor medida.

Puedes continuar tu vida sin saber esto, pero una vez que lo conoces, podrás entender porque es importante borrar las redes wifi a las que te conectas, tener cuidado en donde te conectas, pensar dos veces lo que públicas en redes sociales y los sitios a donde entras. Porque dejas una huella a donde quiera que vayas, y esto mismo utilizan los cibercriminales para robar información, estamos tan acostumbrados a utilizar nombres que sin pensarlo dos veces confiamos en los sitios que accedemos por parecernos tan familiares.

Ahora si agregamos que no importa cuántos dispositivos tengas en casa, sin importar si es el juguete favorito de tus hijos, laptops, celulares, tabletas, todos saldrán a internet con una misma dirección, aunque dentro de la red de tu casa todos tengan diferente dirección IP.

Esto se debe a que, pensando en el agotamiento de direcciones, derivado del aumento masivo de dispositivos que utiliza una persona va en aumento, se pensó en una solución que permitía reducir el número de direcciones asignadas utilizando NAT:

Podemos decir que son las siglas de Network Address Translator, o en español traductor de direcciones de red. Su función es precisamente esa, traducir las direcciones para que sean posibles las conexiones. El NAT es una parte fundamental entre nuestros dispositivos e Internet. Forma parte del router, módem o el equipo que utilicemos para conectarnos a la red. En ocasiones es conocido como enmascaramiento de direcciones IP. Esto es así ya que permite crear una dirección IP pública para que posibles extraños no pirateen nuestra red.

Este traductor inclusive nos ayuda a proteger nuestra red para evitar que extraños tengan acceso a ella. Si comprendemos eso, aprendemos a blindar nuestras conexiones, comprendemos el riesgo al iniciar sesión en algún sitio, sabemos que podemos ser reconocidos y que existen diferentes elementos que nos hacen vulnerables, aprenderemos a encontrar sitios seguros y lugares donde poder llevar a cabo el envío de información sensible, además de considerar si le compartes o no tú celular a tus hijos.

Con esto espero se entienda que el principio es sencillo es solo saber que existe un medio, tan palpable que lo podemos ver, lo que lo hará menos extraño a la hora que nos conectemos, es un mundo más extenso, para lo cual no es necesario conocerlo todo, pero resulta valioso entender el principio de su funcionamiento para dejar de tenerle miedo.

“El internet lo hacemos todos conectados con nuestras direcciones públicas”