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Al Robot: El mejor proceso


El mejor proceso


Por: Edgar Tercero


Hacer las cosas lo mejor que podemos. Entre más avanzamos en el área tecnológica, más reglas se van creando, nuevos conceptos nacen, algunas veces se agregan palabras a nuestro vocabulario, a pesar de no entenderlas por completo, se vuelven tema de conversación al momento de sentarse a comer. Lo anterior no lleva a crear nuevas estrategias o protocolos para sacar provecho y beneficio en nuestras vidas.


Ha pasado en la última década, donde los datos son tan variados, así como su crecimiento ha sido exponencial, provocando que se deban crear un orden, un proceso, podríamos decir un gobierno para saber como tratarlos, guardarlos, explotarlos, compartirlos, protegerlos, volviendo cada vez más complejo el acceso a los mismos, creando múltiples procesos, seriados, con términos nuevos, o utilizando los anteriores, pero dándoles más vueltas.


Pero lo que los vuelve complejos, no es en sí la documentación excesiva que se crea para seguir dichos procesos, inclusive los cursos de 40 o más horas que se dedica para aprenderlos, realmente el tema es que tanto de lo que ponemos por escrito, damos a conocer a los colaboradores, hacemos que se memoricen, realmente se esta aplicando en el día a día.


Un conocimiento que no se pone en práctica, se vuelve una buena idea, pero termina por entorpecer el proceso. Esta bien que algunos los aplican, pero la mayoría termina saltándose las cosas para que se agilicen los trámites, es parte de la naturaleza humana, así como el proceso de obtener resultados pronto. Acaso no has escuchado la frase que dice ya vas tarde porque se requería para ayer.


Aprender a priorizar es una habilidad blanda que debemos entender todos, así que aquellos que aspirar a ser jefes o directores de datos o alguna otra área que va en ascenso, debe entender que las prioridades son importantes, si todo urge todo pierde razón para ser trabajado. Con la llegada de la inteligencia artificial a las empresas, siendo una práctica que se adopta cada vez más, incorporando IAs para el trabajo diario, por lo tanto, surgen nuevos roles, entre ellos el Directos de Inteligencia Artificial, que debe ir más allá de su nombre, debe ser alguien que adopte un rol que sume al uso, manejo, seguridad, adopción responsable, entendiendo que se va un paso a la vez, no restringir por restringir, pero saber que esto traerá cierta holgura en el trabajo.


Su responsabilidad mayor es supervisar toda la estrategia de IA de su organización para alinearla con los objetivos comerciales. No solo llenar de IA a la empresa, sin embargo, me encuentro con clientes que desean aplicar la inteligencia artificial a u empresa, sin saber que tal vez ya aplican ciertos algoritmos para resolver su día a día, pero como solo lo utilizan para ciertos cálculos, no han aprendido a explotarlo en el resto de áreas, alimentando la información, consolidándola, dándole un sentido de negocio adecuado, pero prefieren gastar en hacer algo nuevo que revisar lo que tienen ahora, para solo explotarlo y ponerlo en un tablero de indicadores que toda la empresa pueda utilizar.


Se vuelve tan burocrático el poder acceder a la información interna, para crear diversas aplicaciones, que descuidan lo más importante, que es la atención al cliente, porque esa información solo la tienen los programadores, algunos gerentes y directores, pero no el personal que tiene que estar frente al cliente, escuchando sus demandas, porque respaldan tanto el proceso interno que se les olvida brindar seguridad y certeza a sus clientes.


Es por lo que, si se requiere una figura responsable para el uso de esta nueva tecnología, pero también crear un ambiente amigable, de fácil uso, que se transmita a todas las áreas, que todos puedan conocer los detalles para su utilización para dar respuesta a la demanda de los clientes, en papel no sirve de nada, sino está dando resultados tangibles.


Es bueno medir los resultados, pero no necesariamente indica que los procesos se estén siguiendo, quién esta haciendo las preguntas relevantes al cliente, quién se ha puesto a platicar con ellos a cerca de la experiencia de uso, solo se crean encuestas con preguntas de fácil medición, son pocos los clientes que dejarán un comentario largo describiendo cada componente que está utilizando.


Un proceso creado para una industria difícilmente aplicará en otra, inclusive entre países existen diferencias contundentes, empezando por la moneda, el idioma, la cultura, para cada elemento la estrategia es diferente, no se debe utilizar el mismo tipo de IA, no los mismos algoritmos, no la forma de presentar la información. La empresa no debe adaptarse al proceso, el proceso debe adaptarse al negocio.


Muchas veces solo se busca tener la certificación o norma, para cumplir con las expectativas de los socios, clientes, gobiernos, con tal de tener una rebanada del pastel, pero en la práctica las personas hacen lo que quieren, porque el proceso no alcanza a cubrir todo lo necesario para ejecutar las actividades, inclusive hay ocasiones que se vuelven tan restrictivas las normas que impiden el seguir adelante con las innovaciones.


Si creamos una inteligencia artificia tan restrictiva, con el paso del tiempo las personas no adoptarán su uso, terminarán abandonando su uso, regresando a lo que mejor funciona, y esto no lo digo porque año con año imparto cursos de Excel desde nivel básico a avanzado porque pueden resolver más con un el que utilizando todas las maravillosas herramientas web, que existen en el mercado. Porque no saben enfocar las herramientas, o simplemente no compran la que realmente se adecue a las necesidades, inclusive pudiera ser solo el módulo que requieren, una vez que lo dominen puede ir incrementando gradualmente la complejidad, pero todo se reduce a un tema cultural.



Los nuevos marcos de referencia coinciden en algo: “cambio de mentalidad”. Sin este elemento tan importante, los usuarios seguirán buscando las opciones que ya conocen y dominan, porque dan los resultados que necesitan, aunque implique mayor trabajo, porque los otros procesos están tan limitados, que se quedan cortos para lo que se requiere. Las empresas quieren resultados en 2 días, cuando llevan años haciendo las cosas de una manera en particular, es por ello que el paso debe ser gradual, trabajando la mano del negocio con los consultores, programadores, proveedores, especialistas para automatizar lo tedioso y repetitivo primero, para ir incrementando la adopción de nuevos pasos, una vez que la primera etapa se ha puesto en práctica, se ve un avance en el mediano plazo, esta produciendo resultados, sobre todo si son económicos, de otra manera solo estaremos forzando la tuerca en un sistema que no está bien aceitado.


En realidad, de lo que hablo es un poco de sentido común, pero nos gusta llenarnos de procesos, pasamos horas creando diagramas de flujo, llenando artefactos para poder ejecutar el cambio de color de un botón para una aplicación. Inclusive mover una máquina de un ambiente a otro, debería ser algo transparente, pero como desconocemos de como funcionan las cosas que las personas se niegan a realizar los cambios, prefiriendo utilizar otros métodos. Me paso en la semana justo un caso donde se movió una máquina virtual de lugar, pero en realidad es como si cambiáramos de posición una televisión en nuestra casa, sin embargo, se limpian algunos accesos rápidos con los que contaba por ser una copia de un lugar a otro, los usuarios al no encontrar sus herramientas donde las habían dejado consideran que algo anda mal, el problema radica en que la máquina es la misma, pero el usuario nunca aprendió que ese elemento lo podía acceder de 3 maneras diferentes, nunca desapareció, sino que no estaba en el acceso rápido que siempre utilizaban.


Y eso mismo sucede cuando pasamos de iOS a Android, de Windows a Mac OS, o Linux. En realidad, el principio es el mismo, solo la interfaz cambia un poco, pero como solo sabemos utilizar lo básico en cada sistema, perdemos noción de que todo se trata de un sistema de arreglo de archivos, posición donde se encuentran. Pero si supiéramos que existe un botón de configuración, con eso basta para saber que no importa el sistema que utilice debe tener algún menú para configurar mi dispositivo.


Es algo simple, pero lo sobre complicamos agregando una serie de pasos para llegar al mismo lugar, solo es fata de entender los principios básicos, para saber que planear un proyecto, dar seguimiento para construir una nueva aplicación o inteligencia artificial no requiere de cientos de documentos y aprobaciones, solo de tener una meta concreta, que iremos robusteciendo conforme avancemos en su entendimiento y aplicación en nuestro negocio.


Lo anterior es posible observarlo en la era digital actual, donde las aplicaciones salen al mercado, se van refinando conforme al uso de los usuarios, se detectan defectos, huecos y se arreglan, mejorando constantemente, de lo contrario los usuarios las dejarán de utilizar.


“Todo es tan complicado o simple como decidamos que sea”


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