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Al Robot: Confusión

Por Edgar Tercero

Confusión


En varias ocasiones tengo platicas con clientes donde suenan muy entusiasmados utilizando las palabras inteligencia artificial, describiendo lo maravilloso de las herramientas que utiliza en su operación diaria. Sin embargo, cuando me toca realizar un análisis más profundo me encuentro con que ahora todo lo que tenga que ver con interpretación de datos, es inteligencia artificial.


Es como aquellos que hablan de física cuántica cuando en toda su vida han estudiado el comportamiento del átomo, los protones o los electrones. Es posible que tengan una idea de lo que se trata, pero no el contexto de cuando utilizarla.


Esto se debe a que es común encontrarnos los términos en series, películas o programas tanto en televisión como en redes sociales donde se menciona las palabras de Inteligencia Artificial. También es probable que cuando un fabricante manda a sus vendedores a promocionar una herramienta, les hacen hincapié en que resalten ese algoritmo predictor que contiene para hacerles creer a los clientes que ya están en la nueva era utilizando inteligencia artificial para hacer su trabajo.


En el mundo de los datos vemos un gran motivador para sustentar a la inteligencia artificial. Pero es precisamente eso, gracias a los datos, se pueden crear algoritmos, utilizar elementos como las redes neuronales para la creación de dispositivos autónomos con la capacidad de resolver problemas. Inclusive nos encontramos con sistemas que pueden crear sus propios datos y entregárselos a otros sistemas para que los interpreten o descifren.


Por ejemplo, imaginemos que tenemos ante nosotros una máquina nueva, compleja de utilizar, que requiere de varios componentes para su funcionamiento, pero al no saber como operan cada uno de estos componentes requerimos leer un manual de 5000 páginas. Para ello pasarían horas antes de que podamos echar a andar o contratar a un experto o el mismo fabricante para que la ponga en funcionamiento, el problema es que el fabricante no será el usuario que estará utilizándola todos los días. Imaginemos que tenemos un programa cuya tarea sea leer las 5000 páginas, con la capacidad de resumir lo escrito, encontrando los puntos más importantes del manual, este programa cuenta con la capacidad de hacer comparativos con información que se encuentra en línea para solventar los puntos que ha resumido, creando así información nueva. Esto se lo pasamos a otro programa capaz de interpretar la información creada por el sistema anterior, capaz de ponerlo en un lenguaje común para el ser humano, inclusive vayamos más allá, con la posibilidad de no solo escribirlo, sino que también lo puede decir en palabras como si fuera un humano, logrando así guiar al usuario para poder operar la máquina. Disminuyendo el trabajo de semanas en un par de días.


Esta tecnología no es un sueño, ya existe y se le conoce en el medio como “Lenguaje Natural”. Estamos hablando de sistemas que logran cierto nivel de entendimiento o abstracción capaz de identificar parámetros, convertirlos en un lenguaje que los humanos podamos entender. Esto ha abierto muchos otros campos como la atención a clientes, donde un robot es el que esta teniendo una conversación tan natural, como si fuera otro humano el que esta dando las respuestas al usuario, con la capacidad de reconocer las preguntas dando soluciones prácticas. Inclusive la posibilidad de traducir en tiempo real un idioma, permitiendo así que los viajeros, ya sea por negocio o placer, tengan un aliado para comunicarse con personas de otro continente que hablen un idioma distinto.


De allí podríamos pasar a los vehículos autónomos que tendrán la tarea de realizar ciertas acciones cuando las circunstancias así lo ameriten, detenerse si ven un peatón o la señal de alto, mantener los límites de velocidad, identificar si son niños o adultos los que van a bordo del vehículo, regular la temperatura según el ambiente, conocer la ruta más rápido o menos peligrosa para llegar al destino, evitar el tráfico, detenerse cuando llegue al destino encontrando el mejor lugar para estacionarse.



Pero cuando hablamos de inteligencia artificial para predecir comportamiento de clientes, creo que estamos un poco confundidos. Porque aquí se emplean otras herramientas como machine learning o minería de datos para inferir información gracias al cúmulo de datos con los que contamos. Inclusive aquí se tiene influencia de los seres humanos para poder ejecutar ciertas tareas o decisiones, porque se debe utilizar esta información para realizar campañas de seguimiento, verificar algún objetivo, continuar utilizando los mismos métodos o hacer un cambio radical para conseguir nuevos clientes o mantener los actuales.


En los ejemplos anteriores vemos un gran diferenciador: “si requiere de la intervención humana para que el programa tome una decisión no se trata de inteligencia artificial”.


Es muy fácil confundirnos en los términos, dado que si se requiere que el algoritmo vuelva a hacer una búsqueda porque los resultados no son satisfactorios para el humano, el ajuste viene por parte de un ser humano y no por el sistema propio, entonces seguimos utilizando herramientas de minería de datos.


Desafortunadamente muchos llegan a caer por las frases que utilizan los vendedores para ofrecer sus tecnologías, y cuando no se tiene un conocimiento técnico se cree todo lo que se ofrece, provocando desilusión al momento de adoptar una nueva tecnología.


“Sólo la inteligencia se examina a sí misma” Jaime Balmes

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