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Al Robot:


Madurar en la era digital


Por Edgar Tercero.


Con la evolución de la tecnología actual, a veces no se si pensar que estamos avanzando o por el contrario retrocedemos. Si bien me gusta escribir de avances, explicar algunos conceptos, dar ejemplos del uso de las tecnologías actuales, describir las habilidades para trabajar hoy, sin embargo, debo ser honesto, a veces creo que tanta tecnología vuelve tonta a las personas, sobre todo a los llamados líderes, aquellos tomadores de decisión, que basan sus ordenes con base a la tendencia de moda.


En mi opinión esos no son líderes, no por lo menos de los que llevarán a lograr empresas con sostenibilidad a largo plazo, creo que actualmente estamos viviendo una crisis mundial, donde la rotación de los directivos es alta, se han sobrevalorado a estos personajes, no debo incluir a todo el mundo, pero un gran porcentaje de ellos distan mucho de ser personas que desempeñen su cargo responsablemente, inclusive la gente de abajo hace todo por complacerlos, porque son el jefe en turno, y no queda otro camino que obedecer.


Pero ¿Qué sucede cuando varios líderes quieren imponer su voluntad? La respuesta que daré a continuación no es precisamente mía, pero creo que refleja muy bien esta situación global donde las cabezas desfilan como en la serie Juego de Tronos, quitando posiciones, colocando nuevos, algunos llegan con ideas revolucionarias, otros solo a imponer su voluntad, mientras otros solo vienen a hacerse ricos, ser el personaje de moda, hacer vídeos y sobre todo les encanta participar en eventos masivos, incluyentes, volviéndose conferencistas, hablando ante los medios de sus ideas, compartiendo que están a la vanguardia con lo que piden las nuevas generaciones.


Es aquí donde creo que la tecnología vuelve ciegos y tontos a las personas, manejando una sola versión de la verdad: “Mi verdad es la única válida”. Provocando así una avalancha de despidos, malas decisiones, renuncias, cambios de puestos, compra de otras compañías para absorber su producto, sin entender como funciona, trayendo líderes de diferentes mercados para dirigir otros modelos, pero eso si cuando los de recursos humanos solicitan a un profesionista para ocupar el puesto, si en su CV no aparece exactamente lo que pide la posición, el candidato no es el idóneo, por la falta de empatía así como de conocimiento de este equipo, que no se esta actualizando, pero tampoco esta haciendo las preguntas correctas, y no me refiero al momento de entrevistar al recurso, sino al momento de publicar una vacante, asegurándose de que es lo que realmente requiere la persona que solicito la posición.


Me encanta la tecnología actual, pero no dejo de admirar la capacidad de pensamiento y razonamiento que tenía el hombre de la antigüedad, puesto que no contaba con tantos recursos, tecnologías, herramientas o modelos, pero usaban su capacidad máxima de pensamiento para razonar, darle la vuelta a la tuerca y ofrecer soluciones. La era digital está cambiando ese razonamiento, queriendo inmediatez y que se haga como mi voluntad lo manda, los demás deben obedecer, modernizarse o irse porque no tienen lugar dentro de este cambio progresista que proponen los líderes.


Por eso hay que realizar un análisis honesto de la forma en que maduramos alguna idea, poner un balance, ajustar la estrategia, pero hacer una evaluación periódica de los activos que se están creando o transformando, no es una evaluación del recurso humano, es una evaluación en su conjunto observando que el resultado global, aquel que suma todas las iniciativas esta haciendo un cambio de fondo, no solo de forma, el cual se ve en un beneficio hacia todos, no solo para una dirección, un país o un grupo en solitario.


Un ejemplo claro lo vemos en la digitalización de las empresas, donde muchos creen que se trata únicamente de colocar tecnología, actualizar, migrar a la nube, sin tomar en cuenta al recurso humano, interesándose por su capacitación y entendimiento de lo que va a realizar, muchas veces solo se les pide obedecer ante el cambio, sin entender cual es realmente el fondo de cambio, inclusive se da por terminada la pandemia, con lo cual se pretende regresar a todos los trabajadores a la oficina, echando abajo todo el progreso que se ha realizado durante la digitalización, ahorros de costos, porque la orden viene de arriba, pero no se ha hecho un ejercicio consciente de que resultará mejor, si regresan todos, solo ciertos puestos, o si se debe gastar tanto en tener edificios repletos de personas, tomando café, platicando, tomándose 2 o 3 horas para desplazarse de un lugar a otro. Otra vez son decisiones impulsivas, que se toman porque otros líderes de otros mercados están haciendo lo mismo en sus empresas.


Pero hablemos de madurez, ese crecimiento que tanto personas como empresas deben enfrentar, para ello en la era digital existe una nueva definición para ser maduros:


Una definición simple es que la madurez digital es una medida de qué tan bien posicionada está una empresa u organización para aprovechar la tecnología para afectar el crecimiento y el cambio positivo.



Lejos de referirse simplemente a la infraestructura y las herramientas que tenemos a nuestro alcance, abarca las habilidades, la mentalidad y las actitudes de los líderes empresariales. También se refiere a la medida en que hemos establecido una cultura de conocimiento de la tecnología y los datos en toda la fuerza laboral en general.


Para lograr una madurez actualmente debemos considerar como empresa y personas los siguientes puntos:


1. Agilidad ¿Qué tan rápido podemos reaccionar a las condiciones comerciales cambiantes? Si otro evento tan disruptivo como el Covid-19 estuviera a la vuelta de la esquina, ¿contamos con soluciones tecnológicas que nos ayuden a adaptarnos a él?


2. Datos ¿Tomamos decisiones basadas en un análisis preciso y cuidadoso de la información o muchos de nuestros objetivos y estrategias se basan en conjeturas e intuiciones? ¿Puede la organización utilizar la innovación basada en datos para los productos y servicios que ofrece, así como la experiencia del cliente (por ejemplo, ofreciendo personalización a escala) y para mejorar la eficiencia operativa?


3. Evaluación de habilidades digitales ¿Tenemos el conocimiento y las habilidades en nuestros equipos para aprovechar de manera eficiente las oportunidades tecnológicas disponibles para nosotros? ¿Qué iniciativas de capacitación y actualización existen? ¿Nuestro alcance de reclutamiento nos posiciona como un destino para posibles empleados con las habilidades y la experiencia para impulsar aún más la transformación y la madurez digital?


4. Experiencia del cliente Identifique cada etapa del viaje del cliente, desde la decisión de compra hasta convertirse finalmente en un cliente de por vida, y luego evalúe en qué medida estamos utilizando la tecnología para brindar la experiencia más agradable, efectiva y sin complicaciones que podamos.


Sin dejar de lado los peligros o riesgos a los que nos enfrentamos en la era digital, donde cada vez trabajamos más en la nube, debemos aprender a utilizar los elementos que se encuentran en línea, estemos en remoto o en oficina, porque muchos creen que la oficina es el lugar más seguro, cuando a veces esto no es del todo cierto.


Muy importante avanzar un paso y no retroceder dos. No dar ideas o tomar decisiones basada en opiniones o tendencias, reflexionar sobre los beneficios o repercusiones al tomar una acción u otra, dejar de pensar como líderes de redes sociales y realmente aportar un valor a la sociedad siendo empáticos con nuestros equipos.


“La madurez no es algo que se logra con el paso del tiempo, sino como reaccionamos al tiempo en el que nos encontramos”


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