Baúl Analítico: Tierra mojada

Tierra mojada

Llegó junio señores, sexto capítulo de un libro que consta de doce y trescientas sesenta y cinco páginas que constituyen un libro de vida titulado 2020, ya estamos a mitad de año y con él llegan las lluvias, estos últimos días las manifestaciones de estas se han dejado ver por las gotas de agua que se han dejado venir para el bello Estado de Colima y con ellas llega el olor a tierra mojada, ese delicioso aroma mismo que es un choque de agua fresca con la tierra seca, misma que es tierra saludable, virgen, este aroma sin duda llega a penetrar en los corazones y el alma de cientos y miles de individuos que degustan de su enervante olor cuando caen las primeras gotas de lluvia.

Oler la tierra mojada va más allá del deleite y degustación del aroma, pues este la mayoría de las veces nos produce nostalgia, melancolía, ilusión, placer, alegría y muchas veces con este aroma uno se logra teletransportar en el tiempo y recodar el tiempo cuando se fue feliz, o cuando estaba uno en el pleno apogeo de la infancia cuando caía la lluvia, se iba la luz y el momento era mágico pues estaba en los brazos de mi abuela, tomándome una tasa de chocolate caliente con pan o galletas, mientras ella me arrullaba con sus canciones gregorianas de corte católico.

La tierra mojada es un olor que logra cautivar a la mayor parte de los individuos que la huelen, sobre todo a los científicos y perfumistas, pues este olor como lo mencioné anteriormente va más allá de lo emocional y espiritual en los individuos.

El Petricor o como popularmente se le conoce tierra mojada, esta palabra fue acuñada en 1964 por los científicos Isabel Joy Bear y Richard Thomas, en un artículo de investigación titulado Nature of Argillaceous Odor, publicado en la revista Nature.

Dicho término se deriva del griego Petros que significa “piedra” e icor “el fluido que fluye en las venas de los dioses”, los hindúes le llaman matti ka attar, se decía que este era lo que los hacía inmortales, de aquí el sello sacro que caracteriza este aroma y se relaciona con los sentimientos emocionales y espirituales de los individuos que son cautivados por el enervante aroma de la tierra mojada.

El proceso del petricor inicia cuando las gotas de lluvia chocan con el suelo y se forman las burbujas por medio del choque de las gotas con el suelo, estas burbujas atrapan y concentran partículas de la tierra como aceites y químicos producidos por bacterias, las burbujas efervescen y expanden las partículas por el ambiente y son estas partículas que se expanden por el ambiente, son las que producen el olor a petricor en el ambiente o como se conoce popularmente tierra mojada.

Estas partículas son perseguidas por científicos para su estudio y perfumistas, pues quieren concentrar este aroma en sus esencias, se dice que en la india tienen concentrando estas partículas tiempo atrás, debido a su delicioso aroma, concentrando así este en sus esencias.

La tierra mojada va más allá de solo ser tierra mojada y todos esos sentimientos encontrados que produce en los individuos que saben degustar su aroma.

Desde mi infancia mi madre me decía que cuando caen las lluvias y huele a tierra mojada, es tiempo de cerrar ciclos, pues este olor te purifica desde lo más profundo de tu alma y permite que cortes y liberes todo lo malo que te paso hasta ese momento, para que entren todas las bendiciones que están por venir en lo que queda del año, pues son ciclos que se tienen que cerrar para que pueda entrar lo nuevo y bueno, esto pasa porque estamos a mitad de año y hasta este punto hemos tomado situaciones o cosas que nos han pasado no tan agradables durante estos seis meses del año y lo que se tienen que caer para cortar esa negatividad y entre las bendiciones lo que resta del año es cortar y soltar lo malo para abría las puertas a las bendiciones.

Es cuestión de evolución.