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Entre otras cosas: Multiversos, plataformas actuales y SiFi


¿Se han fijado que cuando pensamos en ciencia ficción prácticamente evocamos naves espaciales, futuro en bases galácticas, guerras con espadas láser y androides hiper inteligentes?. Es la huella que ha heredado al ideario de George Lucas con su famosa saga de las aventuras galácticas de sus Jedis; pero también es por ese motivo que muchas veces la gente no logra identificar un tema de ciencia ficción si la obra no está plagada de referencias futurísticas a universos narrativos ubicados en otros planetas. Por ejemplo, pocas personas identificarían la historia de Rip Van Winkle como una de las primeras obras de ciencia ficción; o por ejemplo: Viaje a los imperios del sol y la luna de Cyrano de Bergerac. Aunque hay que reconocer que éste último no sería reconocido como ciencia ficción porque de hecho el personaje no mucha gente lo reconocerá como real, todos pensarán que es de la obra dramatúrgica de Edmond Rostand. ¡En fin! Tenemos todo un legado de historias y patrones en el ideario arquetípico que no podemos negar que la ciencia ficción está pasando en este momento por una época dorada.


Ahora con las nuevas plataformas de televisión por streaming como Netflix o Amazón tenemos al alcance de la mano un basto catalogo de cine y series con ciencia ficción que va desde la Twilight zone hasta Rick and Morty. Éste último por cierto está revolucionado enormemente el campo de la animación para adultos y con un bagaje bastante intenso de referencias a la ciencia ficción clásica, no sólo de películas sino también de literatura. Tanto así que en el primer episodio de la cuarta temporada estrenada el diez de noviembre de este año a nivel mundial, vamos a ver una clara referencia a El hombre en el castillo. La serie está basada en la novela ucrónica de 1962 de Phillip K. Dick. Incluso el nivel de referencialidad de Rick and Morty puede llegar a ser tan saturado y condensado que en dicho episodio que hace referencia a esta serie, también hace referencia a una novela que los personajes de dicha ucronía están leyendo en su universo, llamada La langosta se ha posado. La referencia está en el momento en que Rick llega a un tanque de clonación en un universo alterno en el que toda la gente son langostas en una sociedad idéntica a la de El hombre en el castillo. Y entre otras cosas, hablando de bucles que llevan a otras auto referencias, la novela de La langosta se ha posado obviamente fue escrita por un persona de ficción Hawtorne Abdensen; y esto no es realmente tan obvio, porque siendo K Dick un fanático de cuestionar la realidad y de crear juegos de espejos confrontados que crean la ilusión del infinito, bien pudo haber elegido decir yo Phillip K Dick soy Hawtorne Abdensen y romper las reglas de la santísima trinidad del narrador: autor, narrador, personaje. Pero K Dick era un especialista en los detalles sobre todo cuando se trataba de procurar auto referencialidad a otro nivel; aquí en este caso creando una relación de referencias entre una novela ucrónica que están siendo leída por los personajes que están siendo leídos por los lectores, que están leyendo a su vez La langosta se ha posado, dentro de El hombre en el castillo. También hay que hacer notar que en la referencia que hacen los genios más cómicos del Sifi en la animación para adultos, me refiero a Justin Roiland y Dan Harmon, es que la referencia a esta novela no aparece en la serie de televisión, sino únicamente en la novela de K Dick. Así que de alguna forma crean un efecto espejo dentro del espejo como en la magnífica película de Nolan conocida en México como El origen. Y ya sabemos que no es la primera vez que hacen un juego similar en Rick and Morty. Aunque en el inglés original el nombre de la novela referida es un salta montes, podemos interpretar que la referencia viene de las traducciones al español en el que se interpreta como una langosta.


Entre otras cosas hay que decir que estamos viviendo la primera guerra mundial de batallas creativas entre los creadores de series para plataformas y la lucha de los canales de cable, por lo cual los productos de ciencia ficción como el Mandalorian en la plataforma de Disney, así como toda la nueva saga rompedora de cánons de Star Wars, están haciendo presencia fuerte. En ese sentido El hombre en el castillo se ha convertido para Amazon en lo que es Stranger things, es para Netflix. Y es que la obra está siendo producida por Ridley Scott a través de su propia productora Scott Free Productions y Amazon. El guión es brillantemente adaptado por Frank Spotniz y llevada a la televisión en el 2015. Pero aún aquí debemos señalar que Rick and Morty fueron la vanguardia y los primeros en lanzar el tema de los universos paralelos a nivel popular en el año 2013 (otro punto extra para Roiland y Harmon ¡guaba laba dub dub!). Sin embargo hay una gran diferencia entre ambos trabajos más allá del hecho de que uno es comedia en animación, y es que mientras que la pareja favorita del multiverso es claramente identificada como ciencia ficción; la adaptación de la obra de K Dick, aún nutrida directamente de la literatura clásica del género, es pocas veces identificada como ciencia ficción por la mirada popular. ¿A qué se debe esto? En primer lugar porque el rango de edades de los públicos que más tienen acceso a dichas plataformas lindan entre la generación x y la generación milenial (además de que ambas sufren de falta de programas de lectura adecuados, al menos en Latinoamérica y el tercer mundo); por otra parte, hablando de la generación milenial suele ser brutal al mismo tiempo que poco ilustrada de los temas que comentan en las redes sociales. Principalmente porque nacieron en una época de privilegios tecnológicos para la opinión pública (basta con un clic para opinar) y en segunda porque la obra de Ridley Scott tiene muchos niveles de interpretación desde lo político, lo histórico, lo literario, lo artístico, lo visual; que puede que el común denominador de la vox populi no entienda la trama y por ridículo que parezca, hay mucha gente que en redes demuestra que no entiende la trama. Y esto, creo yo, no es un signo de que la obra sea difícil, sino de que posiblemente hemos llegado a la distopía planteada por muchos como Asimov que dice que la gente se irá volviendo cada vez más idiota. Basta con darle una vuelta a la Internet para interesarse en la observación antropológica. Aunque también puede ser que el populacho más vulgar e ignorante nunca tuvo en la historia un medio en el cual pudiéramos observar, científicamente, los indicadores de retraso intelectual de los estratos bajos de la sociedad y el impacto brutal de las economías en el desarrollo intelectual.


Retornando a El hombre en el castillo, aunque contiene muy buenos efectos especiales estos no son del corte espectacular al que estamos acostumbrados con otras obras de ciencia ficción del mismo Scott, sino que están finamente hilvanados a la trama con un preciosismo digno de un encaje steampunk que le dan a esta ucronía un realismo meticuloso. Ahora bien, hablando del viejo tema de ¿qué es mejor el libro o la interpretación cinematográfica? Creo que no hay ni punto de referencia. Vivimos una época en la cual ya no podemos decir que la televisión es mala (ya que hay tantos medios de entretenimiento y comunicación alternativos) sino que tenemos que empezar a pensar en que “la televisión no es mala, sino que hay mala televisión”, y que las opciones actualmente son tan amplias que entre las mejores producciones podemos comenzar a aprender a leer la televisión. Por la misma razón se ha incrementado una lucha entre la calidad y la libertad de las propuestas que hoy se presentan a través de obras con las que podemos comenzar a hablar de una época (si bien no dorada) sí podemos decir que es una época gloriosa para la literatura escrita para estos medios.


Y así como encontramos obras que resultan en gozos del sifi actual cuya producción no se limita a los temas de los viajes espaciales, también nos encontramos con producciones cuyos guiones son una batea de lamentaciones que no puedes creer que les hayan dado tanto dinero para producir, con tan buena calidad, guiones tan patéticamente malos. Por eso señalo que estamos ante una gran batalla que se lucha tras bambalinas en la que pareciera no haber suficientes buenos guionistas y que el talento de los cineastas a veces sobre pasa a las ideas de los guiones. Y digan lo que digan los plásticos del cine, si no tienes un buen guión entonces creas una preciosa imagen de una porquería como Other life y Night flyers. La primera ridículamente infantil y la segunda aunque hay que decir que es de la novela original de George R.R. Martin, sin embargo es de un periodo de juventud del autor y tal vez no fuera en realidad tan mala, pero las expectativas pre fabricadas por GOT hicieron una notable diferencia en detrimento de la serie (además de ser más lenta que los calzones de mi abuela), pero esto demuestra también mi punto acerca de que ahora estamos ante una multitud de producciones de series que luego no tienen seguimiento (punto malo para las plataformas). Nos hacen sentir como una soltera entrada en el final de sus cuarentas teniendo citas con “el perfecto ideal” que después del tercer sábado dice que tendrá una agenda ocupada por dos décadas en Hong Kong y que “fue bueno haberte conocido”.


Pero entonces esto nos pone a pensar (al igual que la misma solterona revisando su cuenta de Afore en una ventana abierta mientras chatea con la próxima cita, mientras en otra ventana ve memes de gatos) si esa serie que tanto amamos ¿tendrá futuro?. Y aquí es donde se abre otro rango de oportunidad para otra generación que aún contrata los servicios de cable y que es donde vemos que los viejos HBO, FOX, History, Discovery, Paramount, Disney, etc; que no sólo no están renuentes a dar su brazo a torcer en esta batalla, sino que se están esforzando cada vez más para no ser devorados (y todo esto en beneficio nuestro). Allí aparece por ejemplo El cuento de la criada de la novela original de Margaret Atwood. En este caso no se trata de una ucronía ni de universos paralelos ni del multiverso, pero hay que decir que también ha resultado en un proyecto exitoso para los productores de HBO, quien hasta el momento está demostrando su capacidad de supervivencia frente a las nuevas plataformas de televisión, pese al final vergonzosamente decepcionante de Game of Thrones. De hecho HBO pareciera ser el guapo bullyng deportista del High School que se puede dar el lujo de…de…¡de lo que sea, diablos! ¡es el maldito HBO!


Los productores de Amazon han anunciado que con la llegada de esta nueva cuarta temporada de El hombre en el castillo también tendremos el final de la serie, lo cual se entiende tampoco podía alargarse demasiado. Hasta el momento la última temporada apunta a que tal vez Ridley Scott de la mano de Frank Spotniz y James Hawkinson, puedan demostrar con esta serie cómo es que de verdad se hacen las cosas y quizás Scott se arroje una nueva joya de la ciencia ficción

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