Tarea Política: Advertencia

ADVERTENCIA

Ante el artero asesinato del quinceañero joven porteño en el asalto a una tienda de conveniencia, Germán Mauricio Ruiz García, el socialmente insensible todavía gobernador del estado sólo atinó a lanzar una advertencia al pueblo bueno y sabio de Colima: "Lo que le pasó a Germán le puede pasar a cualquiera". ¡No pos’ sí¡ Le faltó desear que Dios coja a “cualquiera” confesado. Pero José Ignacio Peralta no fue el único desatinado declarante.

Otra perla declarativa sobre el mismo tema fue la engarzada por la alcaldesa morena de Manzanillo Griselda Martínez, quien denunció que los elementos de la Policía Federal en el Puerto de Manzanillo “no cuentan con recursos económicos para realizar los operativos de seguridad debido a que no tienen ni para la gasolina de los vehículos”, carencia injustificable porque, según su apreciación, “no puede ser que haya huachicoleo en grande y no se tenga gasolina para los policías, no es posible”. Los federales sufren porque quieren, debieran surtir combustible gratis en las gasolineras propiedad del huachicolero number one del sexenio anguianista.

También la súper delegada de AMLO en la entidad, Indira Vizcaíno Silva, echó su cuarto de espadas. Según ella, en materia de seguridad, Colima está mejor que hace meses cuando la cosa estuvo de la tiznada, optimista declaración con la que pretende sin lograrlo librar de su responsabilidad al gobierno de la “Cuarta Transformación” por el agravamiento de la violencia en todo el pías. Para Doña Indira, “los índices delictivos en la entidad han disminuido en aproximadamente un 10 por ciento. Los hechos violentos van a la baja, aunque esta situación la percibirán los colimenses hasta que la violencia disminuya en un 50 por ciento”. Luego entonces, serenos, pacientes, hay que esperar.

“La declaración de Indira implica indiferencia ante el dolor de miles de deudos y familiares de personas víctimas del delito. La declaración de Indira es una letanía absurda en estas épocas en donde la mayoría de los colimenses hemos sufrido por la incapacidad o colusión de las autoridades con los criminales. Y lo escribo así, asumiendo que hay una línea divisoria entre los unos y otros”,escribió el periodista Juan Gabriel Moctezuma Castellanos.

De un triple salto mortal, José Ignacio Peralta pasó de la doctrina Cavazos/ Anguiano/Arnoldo Ochoa que justificó la ola de asesinatos y desapariciones de cristianos con el falso argumento de que los caídos por las balas de los sicarios se estaban “matando entre ellos”, todos gente de fuera, ninguno miembro del pueblo bueno y sabio de Colima, al discurso peraltista de que "Lo que le pasó a Germán le puede pasar a cualquiera", y cualquiera es cualquiera, menos él que poco tiempo pasa en el estado y siempre anda más protegido que el presidente López Obrador.

Grave, muy grave, que José Ignacio acepte públicamente que ni el Chapulín Colorado puede escaparse de la mira de los sicarios, mucho menos proteger de ellos a los colimenses de bien, y de mal igualmente. El "lo que le pasó a Germán le puede pasar a cualquiera", además de ser una claudicación de su gobierno a una de sus funciones prioritarias, la de garantizar la vida, bienes y tranquilidad de los colimenses, es clara advertencia de que están solos y sus intranquilas almas a merced de la delincuencia organizada.

Como desde el Congreso del Estado todo lo resuelven con exhortos que son como las llamadas a misa , esta vez no fue la excepción. Al presentar el suyo, la diputada de la Cuarta Transformación, Ana Karen Hernández Aceves, en el sentido de que la Fiscalía General y las Dependencias de Seguridad Pública Estatal y municipales tomen las acciones y las medidas necesarias para hacer justicia a las familias de los menores asesinados en Manzanillo, le dio contras a Indira Vizcaíno Silva al referir que según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp), “el estado de Colima continúa ocupando el primer lugar en víctimas de homicidios doloso por cada 100 mil habitantes, con 6.7”, a pesar de la disminución de aproximadamente un 10 por ciento que Vizcaíno Silva presume.

EL ACABO

• José Ignacio Peralta nunca jamás debió haberles advertido a los colimenses que "lo que le pasó a Germán le puede pasar a cualquiera". Sus desafortunadas palabras fueron rudeza innecesaria y cinismo extremo.