"Monica Bonvicini presenta su exposición StageCage en la Galería Krinzinger de Viena"

Fotografia: Chiara Cordeschi

Por: Oscar Sánchez

* "Entrevista a Monica Bonvicini con motivo de StageCage, primera exposición personal en la Galería Krinzinger de Viena"

Monica Bonvicini, una artista italiana de renombre internacional con sede en Berlín, inauguró su última exposición individual en la Galería Krinzinger el 1 de septiembre. StageCage muestra el alma heterogénea de la artista a través de un conjunto de prácticas que han marcado su carrera y contribuido a hacerla famosa. El tema principal en esta ocasión es la casa, con la que Bonvicini sigue reflexionando sobre los temas que más le acercan: la arquitectura, el feminismo, el espacio público y privado.

¿Cómo nació el título de esta exposición?

MB: StageCage está inspirado en una exposición realizada en la Universidad de Columbia hace unos años titulada Stage Craft, Modern and Photography. Fue una exposición de arquitectura basada en la filosofía del teórico Kenneth Thompson y los Estudios de Cultura Tectónica. La teoría se basa básicamente en juntar elementos fijos para componer un sistema unitario imposible de destruir. Me interesó porque el dilema de muchos arquitectos a menudo se refiere a la presentación de la arquitectura en sí. ¿Es una obra de arte? ¿Es el desarrollo de un modelo? Para esta exposición construí dos esculturas de aluminio que, al final, son modelos arquitectónicos de casas adosadas italianas. Son la continuación de un trabajo iniciado hace dos años con As Walls Keep Shifting (2019) en el que construí la mitad de la casa a escala 1:1. Uno de los dos presentados en esta exposición, Stage Cage Belted, está formado por dos piezas de la casa cortadas a la manera de Gordon Matta Clark, superpuestas entre sí y unidas por cinturones. Al estar colocados sobre una superficie espejada, se reflejan a sí mismos creando una sensación de continuidad y distorsión que también abarca el espacio de yeso blanco de la Galería Krinzinger.

¿Es la serie fotográfica Italian Homes (2019) una referencia a estos modelos escultóricos?

MB: Absolutamente sí, reproducen en tres dimensiones las villas construidas a principios de los setenta en Lombardía. Surgieron rápidamente y son todos iguales en términos de plano de planta. Después de cincuenta años, los inquilinos y también las fachadas de las casas han cambiado; nadie quiere ser igual a otro. Es un trabajo complejo que continuará en 2022 en la Kunsthaus de Graz, en el Kunst Museum Winterhur y probablemente en la Bauhaus de Dessau.

La arquitectura es un pilar fundamental en tu poética. Específicamente, ¿cuándo comenzaste a trabajar en el tema del hogar?

MB: No hubo un momento preciso, ya estaba presente en trabajos anteriores. Lo que me interesa de la casa, además de la arquitectura, es su vínculo con la identidad, la memoria y la historia, tanto escrita como oral, pero también una historia feminista. Es decir: ¿quién construyó qué y para quién?

Hay una colección Casio Vintage en estas obras. ¿Cuál es la relación del tiempo con la casa?

MB: Este nudo de reloj en el techo de la casa casi parece un parásito. Son réplicas de Casio muy populares en los noventa. Cada uno de ellos es funcional y tiene una alarma que suena en determinados momentos, como para marcar los rituales del día de la típica familia italiana. Es un estereotipo que casi ya no existe ya que las familias han cambiado mucho desde entonces. Sin embargo, la forma de la casa, en sí misma, es siempre la misma. Además, el tiempo tiene una gran influencia en la memoria; cuánto más pasa, más se reinventa uno.

Hablando de los materiales que utilizas: el acero, el aluminio y los espejos a menudo forman la columna vertebral de tu trabajo. ¿Cuál es la relación que tienes con estos elementos?

MB: Empecé a trabajar de forma tridimensional, trabajando en temas arquitectónicos. Por eso me pareció lógico utilizar elementos materiales que constituyen la propia arquitectura. Al principio trabajé mucho con placas de yeso, inmediatamente después con ladrillos. He desarrollado una estrecha relación con el vidrio y el metal. Estos materiales dicen mucho sobre lo que significa construir. Además, si desea contar una historia, debe comprender qué palabras o materiales usar.

Conceptualmente, ¿consideras que los espejos son portadores de verdad o ilusión? ¿O ambos?

MB: Me interesan los espejos por el concepto de vanidad, que está muy ligado al concepto de identidad. Sea esto cierto o ficticio, al final la reflexión siempre tiene que ver con la reivindicación de un deseo de aparecer.

Cadenas y cinturones son recurrentes en tus obras: ¿por qué?

MB: Llevo muchos años trabajando con cadenas, son parte de mi vocabulario artístico para producir dibujos, esculturas e instalaciones. Casi siempre utilizo cadenas de origen industrial que, como otros materiales, pertenecen al mundo de la construcción. Los encuentro llenos de símbolos y significados, tanto desde el punto de vista histórico como arquitectónico. Los cinturones, en cambio, son objetos de uso común que casi todos tenemos. Son heredados del mundo militar y recuerdan cierta masculinidad y una idea de disciplina. Ambos portan simbolismos con los que es fácil establecer una relación.

¿Cómo se encuentran los espacios públicos y privados en tu trabajo?

MB: El espacio público ha cambiado mucho en los últimos años, también gracias a la llegada de las redes sociales. A principios de la década de 2000, en obras como Don’t Miss a Sec '(2004) traté de llevar lo privado y lo íntimo al espacio público. Ahora la gente olvida que está en la calle cuando posa para una selfie como si fuera en casa. El espacio público es fundamental, como es responsabilidad de todo artista que trabaja allí.

Para este programa has adoptado el título de una canción de Aretha Franklin para una obra, y sé que has adoptado a algunos de otros músicos en el pasado. ¿Cuál es el papel de la música en tus obras?

MB: Es un elemento que he usado a menudo. En 2011 en la Bienal de Venecia había creado una gran instalación formada por escaleras y allí había insertado un trozo de Mina con un sabor casi nostálgico. Trabajo mucho con el lenguaje verbal y me interesa la música como un poema que se adhiere a la memoria evocando emociones, incluso olores; Lo encuentro casi cinematográfico ya que es envolvente desde todos los puntos de vista.

¿Cómo vives tu relación con Italia?

MB: Siendo el país donde nací, claramente estoy muy apegado a él. Me gustaría acercarme a él porque vivía más en el extranjero que allí. Es un país rico, lleno de gente trabajadora y de posibilidades.

¿Cómo ha cambiado tu vida después del León de Oro de Venecia?

MB: Fue una gran sorpresa y un éxito, fue una época en la que trabajé y viajé mucho, no tuve tiempo para pensar. Creo que el León de Oro de 1999 a cinco artistas femeninas fue un homenaje a Harald Szeeman que ese año intentó eliminar -con malos resultados- las representaciones nacionales.

¿Has estado alguna vez en América Latina? ¿Conoces personalmente a colegas extranjeros?

MB: Solo he estado en México, me encantaría volver. Entre los artistas de mi generación tengo mucho respeto por Teresa Margolles, José Clemente Orozco, Damián Ortega, Pedro Reyes, Minerva Cuevas, quien también es amiga y que lleva décadas realizando una obra de fuerte impacto social.

¿Cómo viviste la pandemia?

MB: En cuanto a otros compañeros, fue un momento de pausa y reflexión. Tuve la oportunidad de trabajar mucho más, hacer nuevos trabajos, dibujos y videos. No he sufrido como los demás; el aislamiento de un artista suele ser ya una condición primordial.

¿Qué puedes decirnos sobre tu función como docente?

¡Se debe preguntar a los estudiantes! Quizá tenga más paciencia con ellos de lo habitual. Pasé quince años en la Academia de Viena y me siento muy honrada por el camino que he podido seguir y los vínculos que he creado con algunos artistas con los que todavía estoy en contacto.

¿Qué consejo le darías a los artistas emergentes?

MB:¡No tener Instagram! (risas) El mundo del arte ha cambiado mucho, hoy está más ligado al marketing, pero los problemas son siempre los mismos. Necesitamos encontrar amigos, colegas, con quienes intercambiar ideas y desarrollar cosas nuevas. Las redes sociales pueden ser de gran ayuda, pero también pueden crear una burbuja, como un espejo.

¿Proyectos futuros?

MB: Continuar el discurso sobre las casas italianas, construyendo y deconstruyendo la idea de hogar en exposiciones individuales en Berlín y Milán.

Fotogalería: Chiara Cordeschi