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"Eureka" una ave que nos muestra el camino a la ensoñación

* El pájaro interior de Lisandro Alonso seduce a la Viennale.



Fotografía: ©Viennale/Peter Griesser


Por: Oscar Sánchez


Eureka la nueva aventura cinematográfica tardó nueve años en realizarse, Lisandro Alonso narra cómo es la vida en una reserva indígena de Dakota del Sur. Su protagonista es una mujer policía que a través de las historias entre ella y su hija nos contarán sus vidas, al mismo tiempo que la película se transforma en mundos paralelos, donde la mujer se transforma en una ave para viajar a mundos Internos desde Dakota del Sur a México y las selvas del amazonas.


Mundos donde el pájaro interior nos enseñará el camino a la ensoñación, una película dividida en tres partes en tres mundos pero con un solo camino: buscar la paz interior o nuestro nagual.


Entrevista a Lisandro Alonso


O.S.- ¿Por qué el título de Eureka?


L.A - La veces que empiezo una película uno tengo ni idea cual va se el título pero en ésta lo primero que se ocurrió fue el título y creo que tiene que ver porque era como descubrir donde quería estar yo, mi equipo y pasar mi tiempo… tardé nueve años en hacer esta película.


O.S- ¿Cuál es la idea de hacer este film a cuatro tiempos?


L.A- Cuando terminé mi película anterior Jauja, y me pregunté porque no filmé a indígenas que estaban por ahí e inmediatamente pensé en el Wéstern y me dije que el Wéstern nunca representó a los indios, al menos nunca culturalmente los representó, pero creo que el Wéstern debe de ser repensando, es un género que es muy metafórico, blanco mata a blanco.


O.S.- ¿Por qué el cambio del blanco y negro al color?


L.A - Es un juego estético, la película es como una pintura yo pongo de todo dentro y cada uno saca sus conclusiones.


O.S.- ¿Cómo fue tu experiencia en Dakota del Sur?


L.A.- Los USA no incluye a sus pueblos originarios, ellos viven en Dakota del Sur como en puta reserva no tienen voz, no tienen libertades, están como una roca, en este momento del mundo vivir en una reserva es raro no.


O.S- ¿Cuatro países, cuatro! ¿Cómo fue rodar?


L.A. A veces cuando mucho abarcas poco aprietas hubo muchas complicaciones al final al filmar en tantos países cambian el equipo en fin fue duro a veces.


O.S- ¿Tu experiencia filmando en el sur de Oaxaca ¿cómo fue?


L.A- Fue buena, una locación difícil tuvimos que pasar siete ríos para llegar al lugar a filmar pero fue buena aunque a veces no los entendía ellos decían ahorita, y yo pienso es ahora y simplemente a veces es nunca.


O.S- ¿Cómo te metiste a este proceso chamánico para hacer el film?


L.A- Con los Chatinos y en nativos del sur de Dakota traté de ir y escuchar y que ellos me contaran lo que quisieran de sí mismos o de su comunidad.


O.S. ¿Tus personajes en Eureka siempre tienen un sentimiento de soledad, de Angustia?


L.A- Es algo propio de todas de mis películas, siempre están solos, marginados, angustiados es una parte también de ser latinoamericano en algún sentido.


O.S.- ¿Consideras que Eureka es un viaje a lo desconocido?


L.A- Un viaje seguro, a lo desconocido probablemente, pero a lo desconocido que quiero conocer.


O.S.- ¿La importancia de la fotografía?


L.A.- Timo es un genio para mí, es filandés no habla mucho y me gusta mucho su forma de encuadrar, iluminar que es bastante clásica, llegamos a un lugar y le cuento cómo es la situación. No trato de imponerme sino estar abierto a lo que él propone.


O.S.- ¿Qué experiencias te deja Eureka?


L.A- Me deja muchas cosas, nunca pensé viajar tanto, salir de la Argentina tanto tiempo, filmar un Wéstern, hacer una película en inglés, nunca lo pensé en mi vida o hacer algo fuera de Argentina.


O.S.- ¿La música?


L.A- Yo nunca pongo música en mis películas me parece que distrae. La música no aporta mucho, distrae.


O.S.- ¿El ave en Eureka es como el climax o la metafora visual del film?


L.A.- Es una reencarnación, una salida poética, es una forma mística de que alguien viaje de un lugar a otro.


O.S.- ¿Podríamos definir a Eureka como un proceso de Ensoñación?


L.A.- Sí, totalmente. La película es como un sueño dentro de un sueño, nunca se sabe y no le exijo mucha coherencia narrativa a la película, es más como ver una pintura y dejarnos llevar.

Las películas que me explican mucho me aburren.


O.S- Tu experiencia con Chiara Mastroianni ¿cómo fue?


L.A- es una genio, la conocí en un festival… bueno primero conozco a la gente como personas y después pienso en ellos como actores y si funcionan para mi historía, pero primero los conozco como personas, amigos.


O.S- ¿Definirías tu película como Sikuli?


L.A.- Sí claro, estoy de acuerdo en la búsqueda de la Paz interior en ese viaje.


Hay muchas veces que no termino de entender porque filmo todo esto o aquello o porque hice esto… Tardo años en entender, es como tener un hijo, toma tiempo en comprender.


Para mí una película es como un hijo, crece pero no sabes a donde ira de mayor, por eso todo el tiempo controlar un idea no me gusta.


O.S- ¿Cuáles son tus influencias en el cine?


L.A.- influencias vienen de todos lados de mi familia, del campo, estar relacionado con los animales… Directores hay muchos, pero te podría mencionar a miles latinoamericanos y otros pero ahí los tengo los estudié, los vi.


Pero la mayor influencia es de la gente con la que yo trabajo.


Lo mejor de mi trabajo es elegir a la gente con la que yo trabajo y a veces las influencias vienen de todos, eso de que el director es el puto jefe no funciona conmigo.


O.S.- ¿Cuál fue la primera película que viste?


L.A.- Tarzan el rey de los monos


O.S.- ¿De qué color es tu vida?


L.A.- No sé de qué color porque tengo muchas emociones… pero tengo a pensar que es el verde.


Fotografía: ©Viennale/Peter Griesser


Fotografía: ©Viennale/Peter Griesser

Fotografía: ©Viennale/Peter Griesser


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