El mundo era fácil: un simple latido

* Aproximación a la obra plástica de Edisa Águila Fregoso

El universo es el secreto de Dios. Ahí, los colores son un deseo que nadie soñó pero que dan sentido a todo aquello que nuestros ojos ven. Esta experiencia se llama conciencia, y denota nuestra actitud ante el mundo, es una usanza de vida y nuestra metamorfosis en la visión del mundo. Impermanencia, de Luz Edisa Águila Fregoso es una fábula del color ante el tiempo que estremece todas las cosas para renacer en el fuego que perdura: la memoria. La luz y el color, todo lo redescubren, no hay inmovilidad, hay correspondencia entre los elementos que configuran el impulso estético. Peces, flores, insectos, hojas, plumas de aves y pequeños roedores, buscan su propio aprendizaje en una tentativa de otorgarnos señales para ver el día y volver al punto de partida. El artista es un mago y un guardián que explora lo transitorio de la naturaleza. Águila Fregoso nos da con esta experiencia de color, la unidad de las formas vivas y la relación de la creación artística con la historia. Cada pieza de esta colección es una experiencia que nos revela lo que somos en un simple latido. La explosión del color, debo decirlo, son los recuerdos de un lugar intacto que confirma la idea de que la Impermanencia es la negación y fundación de un nuevo mundo.

La presente galería es una aproximación a la obra plástica de Edisa Águila Fregoso, quien reciénteme presentó su primera exposición personal en la Pinacoteca Universitaria, la cual lleva por nombre Impermanencia. Dicha obra reunida significa un reconocimiento al trabajo creativo de la joven artista plástico colimense. Quienes asistan a esta exposición, podrán ver que el color y la naturaleza van de la mano, haciéndonos que detengamos la mirada ante las cosas que nos rodean. Los elementos que dan forma y sentido a esta exposición que podrán apreciar durante el mes de junio y julio del presente año, es una actitud ante la vida y lo efímero de la misma, es un testimonio, y constituye la más personal de las respuestas a nuestra temporalidad.

* Fotografias: Juan Carlos Recinos y Edisa Águila