Mi Mochila Viajera

VIAJAR CON TU MAMÁ ES LO MÁXIMO

Hoy es Día de la Madre en México, una de las festividades más importantes del año. Incluso leí cifras de que es la segunda fecha más celebrada, luego de Navidad. Y es que no es para menos, nuestra madre es la persona más importante para nosotros, la que nos heredó el carácter, el gusto por la lectura o hasta las ganas de viajar.

En mi caso, mi mamá es eso y mucho más. No nada más quien me enseñó a leer, hablar y hasta escribir, sino que me ha contagiado siempre su entusiasmo por el conocimiento, por viajar y descubrir mi país, pero también aventurarme más allá de las fronteras porque el Universo es el límite.

A pesar de que ahora ya no es tan joven, admiro mucho sus ganas de viajar. Mi madre es aquella que puede subir, bajar, caminar kilómetros; aguantar calor, frío o lo que se necesite cuando el objetivo es conocer el sitio de tus sueños. Y esa fortaleza es la que me mueve cuando viajo y me agoto de tanto caminar, siempre creo que puedo dar un poco más.

Desde pequeña tengo recuerdos de roadtrips o tours que he hecho con mi mamá: a Michoacán, a Mazatlán, a Cancún en un viaje mega largo que duró días porque fue desde el norte del país hasta Cancún; otro más en combi por toda la república mexicana, donde lo máximo era escuchar música sin parar.

Y ahora, cuando ya estoy más madura y ella más cansada, sus ojos brillan con la misma intensidad cuando le hablas de viajar: “Oye, mami, vamos a tal lado”. Y ella de inmediato te responde: “¡Vamos!”, así que pues por alguien que me acompañe de “pata de perro” no sufro ni he sufrido nunca.

Por eso siempre que me preguntan de dónde surgió mi amor por los viajes, es mi mamá la que pasa primero por mi cabeza. Ella me inspira, me apoya, me impulsa a seguir la locura y no detenerme cuando de cumplir mis sueños se trata.

Me alegra tenerla y todavía poder viajar con ella, o verla feliz cuando viaja ella también atrapando sus sueños. Para los viajes no hay edad. ¿Y tú has viajado con tu mamá? ¡Felicidades para todas ellas!