Café Exprés

Festival Internacional del Volcán

Sin duda es un evento anual que ha regresado a la gente al centro de Colima. De pronto todo lo nice se ha colocado en lo que se conoce como la zona dorada de Colima (zona norte) y nos hemos alejado, malamente, de las entrañas de nuestro terruño. El Festival Internacional del Volcán ha, en tiempos de mucha violencia, sangre y asesinatos al por mayor; primero, volcado a gran número de colimenses a la calle; segundo, los ha regresado a la zona centro de nuestro bello estado; tercero, reunidos en eventos gratuitos la mayoría de ellos y le ha dado oportunidad al vendedor de que exhiba y promocione sus productos, llámese artesanías, comida, textilería, ornato y más.

Este año el Festival Internacional del Volcán ha abierto las puertas para los narradores y los poetas de la región, que lean sus textos en público y que se sientan parte de este festival. Cabe mencionar que nuestro estado se ha convertido en la Capital Mundial de la Calle Cerrada y, cierto, este Festival Internacional del Volcán cierra la circulación vehicular a cierta hora del centro de la ciudad, lo que podría ocasionar la molestia de los usuarios, pero es también cierto que ha tenido el tino de reunir a la familia colimense como ningún otro evento (amén de la tradicional Feria de Todos los Santos) o, por lo menos ningún otro evento que yo me hubiera dado cuenta.

Con varios foros, la gente puede disfrutar de una noche agradable; luego de tremendo calor, por ejemplo, ayer (martes primero de mayo), pudimos disfrutar del sonido norteño y de acordeón con el grupo ya no tan juvenil El gran silencio, en tanto que en el foro Núñez sonaban Los cadetes de linares… “currucú, currucú, cantaba el palomito, currucú, currucú, que volviera a su nidito”.

Ese mismo día de asueto me tocó compartir espacio lector en el foro constitución con mi gran amigo y compadre David Chávez y mi otro gran amigo César Anguiano en una lectura que, al principio habían anunciado como los veteranos de la narrativa y que al final (yo creo que por respeto a nuestras canas, precisamente) le quitaron el adjetivo. Yo creo que somos más bien chavorrucos y fue un espacio agradable, donde me sentí a gusto, con el público que quiso escuchar nuestras letras. El único prietito del arroz fue el tremendo sol a las seis de la tarde y máxime porque veníamos del desfile del primero de mayo.

Sé que se pueden mejorar muchos aspectos del Festival Internacional del Volcán que veo que año con año (este es el tercer año consecutivo que se lleva a cabo), crece y crece de manera importante; hay eventos, venta (de todo y para todos los gustos) no cabe duda que le pongo un diez a quien se le ocurrió la idea y otro diez al ayuntamiento por tan grande esfuerzo. Sé lo que es organizar un evento de tal magnitud y es una friega en todos los sentidos.

Amén de cómo terminen estas elecciones venideras, esperemos y le deseamos… larga vida al Festival Internacional del Volcán que ha volcado a miles de colimenses a la calle. Enhorabuena.