Descanso óptimo, alimentación balanceada y ejercicio, favorecen la salud de niños: IMSS
* Horarios establecidos y evitar distractores permiten alcanzar un mejor descanso.
Las niñas y niños en etapa escolar deben dormir entre siete y nueve horas por la noche, hábito que tiene que continuar aún en periodos vacacionales, esto les permite mantener un estilo de vida saludable, así como evitar problemas de sueño y descanso al recuperar la rutina en el regreso a clases, recomiendan especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima.
Conciliar un sueño reparador aumenta la capacidad intelectual y física en los infantes, además produce relajación muscular y se libera la tensión acumulada durante el día, explicó el doctor Manuel Alejandro Reséndiz López, Pediatra y Oncólogo Pediatra del Hospital General de Zona (HGZ) No.1 de Villa de Álvarez, Colima.
Detalló que dormir bien genera estabilidad emocional y orgánica, favorece la estimulación de la producción de hormona del crecimiento y permite al menor amanecer con ánimo para realizar actividades físicas e intelectuales.
El especialista del Seguro Social resaltó que tener una alimentación balanceada y la práctica de ejercicio diario, ya sea en la mañana o la tarde, mejora las condiciones para que el niño logre dormir profundamente, por ello, se debe brindar a las y los menores desayunos nutritivos y cenas ligeras.
Realizar ejercicio, añadió, permite que los escolares liberen la energía producida por los alimentos, lo que evita que por la noche tengan ganas de jugar o hacer otras actividades. Es importante, dijo, que no duerman durante el día, a menos que por su dinamismo así lo requieran.
Una rutina de higiene de sueño inculcada desde la infancia favorece mantenerla en la edad adulta y así aprovechar tanto su actividad diurna como el descanso nocturno, ya que el sueño debe ser de calidad.
El doctor Reséndiz Lopez, señaló que dejar la luz o televisor encendidos, así como la radio o cualquier aparato reproductor de música para conciliar el sueño, estimulan al cerebro y no permiten que el menor llegue a la fase profunda del sueño, que es donde se logra el descanso total.
Además de mejorar el rendimiento, el establecer horarios de sueño a los niños disminuye el riesgo de presentar irritabilidad, depresión y ansiedad, debido a que durante la noche el cerebro disminuye su actividad para mantener un equilibrio de sus funciones, precisó.
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